La imagen trata la esencia de la sombría situación de la crisis de refugiados en Europa. Un cadaver de un niño –que se presume que es un refugiado– apareció este miércoles en una playa turística de Turquía.

El niño se llamaba Aylan Kurdi y tenía 3 años. Las autoridades turcas creen que procedía de la convulsionada localidad siria de Kobane.

De hecho, los diarios del mundo decidieron publicarla aun cuando su contenido es explícito. El niño es ya un recordatorio de la tragedia. Un desesperado pedido para que no vuelva a ocurrir.

Aylan viajaba en una de las dos embarcaciones que habían salido de la localidad turca de Bodrum con destino a la isla griega de Kos, puerta de entrada de la Unión Europea. Pero algo salió mal y naufragaron. Los guardacostas turcos fueron alertados por los gritos de los pasajeros de los barcos y pudieron rescatar los cuerpos de 12 personas, entre ellos, el de este niño pequeño que yacía en la playa boca abajo.



Según la Organización Internacional para las Migraciones hasta este martes 25 de agosto se registraban 2.373 inmigrantes y refugiados que murieron en esta situación.

Este miércoles, las autoridades de Turquía revelaron que al menos 12 personas que viajaban en un bote desde Siria se ahogaron en la costa turca.

Según la oficina del gobernador de Mugla todas las personas a bordo del bote eran sirias y reportó que están desaparecidos dos hombres y un niño.

La cifra de muertos en todo 2014 fue de 3.281; la OIM teme que el total de este año sobrepase por mucho esa cifra si los botes con migrantes siguen intentando cruzar cuando las condiciones climáticas son inciertas.

"El año pasado, de finales de agosto a finales de diciembre, murieron más de 1.200 migrantes en el mar", se lee en su comunicado de prensa. "La OIM teme que conforme el verano ceda paso al otoño y este al invierno, las muertes adicionales en el mar sobrepasen por mucho las 2.000 en el tercio final de este año".

La llamada "ruta central", que va del norte de África a Italia y a Malta, es la más letal de las tres que los traficantes suelen usar para transportar a los migrantes apiñados en botes no aptos para navegar en altamar con el fin de llegar a suelo europeo, según la OIM.

En lo que va del año ha habido 2.267 muertos en esa ruta, según la OIM, más 83 en la ruta oriental (de Turquía a Grecia) y 23 más en la ruta occidental, que va de África a España, incluidas las Islas Canarias.

Entre las personas rescatadas hay eritreos, somalíes, sudaneses, africanos subsaharianos, sirios y bangladesíes, según la OIM.




Fuente: AFP, EFE y CNN Español