El gobierno de Barack Obama afirmó hoy, por primera vez, que Estados Unidos está "en guerra" contra el yihadista Estado Islámico (EI), al igual que lo estuvo contra la red Al Qaeda desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Un día después del 13°aniversario de los letales atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo durante su rueda de prensa diaria que "Estados Unidos está en guerra con EI de la misma manera que estamos en guerra con Al Qaeda y sus afiliados en todo el mundo".

En el mismo sentido, el portavoz del Pentágono, el contralmirante John Kirby, dijo también a la prensa que el gobierno de Estados Unidos "sabe que están en guerra con el EI", el grupo yihadista que lucha en Irak y Siria, informó la agencia de noticias EFE.

Con las declaraciones de los portavoces de la Casa Blanca y el Pentágono, el gobierno de Obama usa por primera vez el término "guerra" para describir su ofensiva contra el EI, el grupo sunnita ultraintegrista que quiere imponer un califato en Irak y Siria.

Estados Unidos, que invadió Irak entre 2003 y 2011, volvió a usar la fuerza militar en el país árabe el 8 de agosto, con ataques aéreos selectivos en el norte de Irak, que se ampliaron desde la semana pasada a otras zonas del país, y ahora prevé bombardeos sobre Siria.

El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, dio hoy la noticia de que durante una visita a Bagdad el presidente de Francia, Francois Hollande, le informó que su país está dispuesto a sumarse a los ataques aéreos, hasta ahora exclusivamente estadounidenses.
Francia viene dando apoyo sustancial a la oposición armada que intenta derrocar al presidente sirio Bashar al Assad.

Obama, que desde su llegada al poder en 2009 intentó terminar con la idea de que Estados Unidos va a estar siempre involucrado militarmente en Medio Oriente, descartó por el momento destacar tropas terrestres para combatir.

Washington dijo ayer que ya cuenta con el apoyo de 40 países dispuestos a formar una coalición para enfrentar al EI.

Ayer, tanto el secretario de Estado, John Kerry, como la asesora de seguridad nacional de Obama, Susan Rice, evitaron utilizar la palabra guerra para referirse a la campaña ampliada contra los islamistas que el mandatario norteamericano anunció el miércoles en un discurso a la nación.

"Si alguien quiere pensar en esto como una guerra contra el EI, pueden hacerlo, pero el hecho es que es una gran operación antiterrorista que tendrá muchas partes diferentes en movimiento", sostuvo Kerry en una entrevista con la cadena CNN.

Pese a hablar de "guerra contra el EI", el portavoz de la Casa Blanca subrayó hoy que la estrategia del gobierno de Obama es "significativamente diferente a la que se siguió en la guerra de Irak" lanzada en 2003 por la Administración de George W. Bush.
"Esta estrategia no la está desplegando Estados Unidos solo, sino una amplia coalición internacional", justificó Earnest.

En su discurso del miércoles, Obama comparó la ofensiva contra el EI, que estará basada sólo en ataques aéreos (y que ya descartó los combates en tierra en Irak o Siria), a las operaciones contra el terrorismo que su Administración realizó en Yemen y Somalia.

Horas antes de que Obama realizara su discurso, esta semana, para anunciar la estrategia para combatir el EI, se publicó una encuesta que indica que la preocupación entre la población estadounidense por el avance mundial del "extremismo islámico" aumentó en 25 puntos porcentuales en los últimos tres años.

El sondeo -publicado por el Pew Research Center- reveló que cuatro de cada diez ciudadanos opinan que la lucha contra el extremismo el gobierno de Obama "no lo está haciendo bien" o "nada bien".

El Departamento de Estado norteamericano informó hoy que el general retirado de los Marines John Allen será el enviado especial de Obama en la coalición internacional contra el EI.

Allen "ayudará a seguir con la formación y coordinación de una coalición global en medio de los múltiples esfuerzos para degradar y en última instancia destruir" al grupo yihadista, señaló la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.

El ex general, que lideró a las tropas de Estados Unidos y sus aliados en Afganistán entre 2011 y 2013, reportará al secretario de Estado, John Kerry.

La designación, según Harf, tiene como objetivo darle un "apoyo de alto nivel diplomático" a la "coalición global que produzca resultados tangibles".