Así lo informa el diario Folha de Sao Paulo, que agrega que cuando el avión está en tierra el aire acondicionado permanece apagado, y que recién se enciende 15 minutos después del despegue, en pleno vuelo, provocando quejas de los pasajeros.

En rigor desde hace nueve meses, la medida establece que el avión permanezca refrigerado por apenas uno de los dos sistemas de aire acondicionado disponibles.

Pero sólo un 25 % del aire de este sistema refresca a los pasajeros: el resto va a la cabina del piloto y el copiloto, explica Folha.

La medida parece menor en cuanto a ahorro efectivo de energía, pero hay que tener en cuenta los 800 vuelos diarios que realiza TAM y considerar el pasivo de 1,2 billones de reales que tuvo la empresa en 2012.

En abril pasado, TAM retiró los hornos de los aviones que cubren rutas domésticas y en los internacionales de corta duración.

La comida en estos vuelos es servida fría y según la empresa la medida se tomó luego de consultar a los clientes, que habrían elegido comidas "frías, ligeras y saludables".

Las medidas de ahorro se producen en un contexto en el cual el combustible, atado al dólar, explica el 40 % de los costos de las aerolíneas.