"Estamos implicados en tratar de encontrar una forma para conseguir que el gobierno de Maduro dialogue con sus ciudadanos, que detenga esta campaña de terror contra su propio pueblo y que respete los derechos humanos", dijo Kerry en una audiencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.

"Es hora de que la OEA (Organización de Estados Americanos), los vecinos (de Venezuela), los aliados, todos ellos se centren de forma apropiada en Venezuela, para que haya rendición de cuentas", agregó el secretario de Estado.

Kerry respondió así a una pregunta de la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen sobre qué está haciendo Estados Unidos acerca de la situación que vive Venezuela desde hace más de un mes, cuando comenzaron las protestas contra el gobierno en las que murieron 28 personas y se registraron 365 heridos, según datos del gobierno venezolano.

"No sólo estamos pronunciándonos al respecto, sino que estamos tomando acciones", aseguró Kerry, y citó las reuniones que mantuvo esta semana en Chile el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, con "varios líderes de otros países" para tratar de hallar vías de avance hacia el diálogo en Venezuela.

Ros-Lehtinen confirmó que envió una carta al presidente estadounidense, Barack Obama, para pedirle la imposición de sanciones a funcionarios venezolanos, porque, según consideró, "expresar una preocupación no es suficiente".

Kerry no se pronunció hoy sobre la posibilidad de imponer sanciones a Venezuela, pero ayer sí mencionó esa opción para el caso de que no prosperen los esfuerzos de mediación para que el gobierno venezolano y la oposición avancen en un diálogo.

"Estamos preparados, si es necesario, para invocar la Carta Democrática Interamericana en la OEA e implicarnos de forma seria, con sanciones", indicó Kerry en otra audiencia en el Comité de Gastos de la cámara baja, según consignó la agencia EFE.

No obstante, matizó que "la economía allí (en Venezuela) ya es bastante frágil", y las sanciones podrían afectar a sectores de la población ya empobrecidos por lo que Washington no se plantea esa opción de forma inmediata.

"Nuestra esperanza está en que los esfuerzos de los países vecinos, que están profundamente preocupados, tengan la capacidad de alentar el diálogo necesario para avanzar en el país", indicó.