Ambas partes aceptaron un cese de fuego definitivo después de 51 días de bombardeos y ataques contra la Franja de Gaza que dejaron más de 2.200 muertos, la aplastante mayoría civiles palestinos, según informaron los gobiernos palestino y egipcio, y medios israelíes.

Ni bien el movimiento palestino Hamas confirmó la noticia, los festejos coparon las principales calles de la Ciudad de Gaza. Algunos celebraban una "victoria de la resistencia palestina" mientras que otros se alegraban porque no habrá "más muerte o bombardeos" y se empezará a reconstruir todo lo devastado.

Tras casi dos meses de ofensiva israelí, más de 2.140 palestinos fallecieron -tres cuartos de ellos civiles- y unos 11.000 resultaron heridos; en tanto, que más de 475.000 personas tuvieron que dejar sus hogares e instalarse en refugios.

La ONU estima, además, que cerca de 53.000 casas fueron destruidas y dañadas.
En Israel, en cambio, no hubo festejos masivos e, incluso, cuatro poderosos ministros del gobierno de Benjamin Netanyahu rechazaron la tregua.

Durante la ofensiva del Ejército israelí contra Gaza, 64 soldados murieron en combate dentro del pequeño territorio palestino y seis civiles, entre ellos un niño, un beduino (árabe nómade) y un trabajador tailandés, fallecieron en Israel por los miles de cohetes lanzados por Hamas y otros grupos armados palestinos.

Las últimas dos víctimas civiles israelíes fallecieron hoy en un ataque contra la localidad de Eshkol, en el sur de Israel, apenas media hora antes de que comenzara a regir la tregua, según informó la Estrella de David Roja, la organización equivalente a la Cruz Roja en ese país.

El cese de las hostilidades comenzó a regir a las 19 (13 hora argentina), según informó el presidente palestino, Mahmud Abbas, en un breve anuncio televisado.

En su discurso, Abbas explicó que los términos de la tregua fueron negociados con la dirigencia de Hamas en el exilio, en Qatar, con Israel, y con la participación del gobierno egipcio y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.

Según adelantaron medios israelíes y palestinos, la tregua establece un fin de los bombardeos israelíes y los ataques palestinos, la apertura de los pasos fronterizos israelíes para permitir el ingreso de ayuda humanitaria y materiales de construcción a Gaza y la ampliación de tres a seis millas náuticas para los pescadores palestinos.

El acuerdo, que es muy similar al que puso fin a la ofensiva israelí contra Gaza en 2012, dejó afuera, en cambio, el reclamo palestino de reconstruir el aeropuerto y el puerto de Gaza, de levantar por completo el bloqueo militar impuesto por Tel Aviv hace siete años y de liberar a los presos de Hamas en cárceles israelíes.

Por su parte, Israel no consiguió su principal objetivo declarado: la desmilitarización de Hamas y los otros grupos armados palestinos.

Desde la entrada del hospital Shifa, el más importante de la Franja de Gaza y el escenario de situaciones dramáticas en las últimas semanas, uno de los voceros de Hamas, Sami Abu Zuhri, celebró la tregua.

"Estamos acá hoy para declarar la victoria de la resistencia, la victoria de Gaza, con la ayuda de Dios, y la tenacidad de nuestro pueblo y la noble resistencia", aseguró el funcionario, citado por la agencia de noticias DPA.

En el centro de Gaza, Osama Abu Maylah, de 27 años, celebraba "el momento más dulce de toda mi vida".

"Israel fracasó en su intento de entrar en Gaza y romper la resistencia, así como no logró ninguna de sus propósitos en el conflicto. Ahora las facciones palestinas están más unidas. Espero que llegue un mejor período para nuestro pueblo, que reconstruyamos Gaza y la hagamos mejor", aseguró Abu Maylah.

Otros, en cambio, tuvieron una mirada mucho más pesimista.

"¿De qué victoria están hablando? Más de 2.000 personas muertas y 11.000 heridos, con una destrucción de viviendas devastadora que deja a miles en la calle, sin hogar", se quejó ante EFE un joven de la ciudad de Gaza, Abu Nadim.

Cerca de allí, Hanan Abu Jamus, una madre de tres niños de sólo 28 años tampoco quiso hablar de una victoria.

"Ni Hamas ni Israel alcanzaron ninguno de sus objetivos. Esta guerra fue absurda, nos mantuvo con el miedo de ver a la muerte llegar en todo momento. Sólo se ganó muerte, destrucción y dolor", lamentó.

"Gaza necesitará muchos años para recuperase, no sólo para ser reconstruida, sino también para curar psicológicamente a la población, sobre todo a los niños. Espero que la calma dure mucho tiempo porque basta es basta, y no podemos aguantar esto más", agregó.

Dentro de Israel, la noticia también provocó reacciones encontradas.

El gobierno de Netanyahu no confirmó públicamente la noticia, pero el diario local Haaretz informó que, según un importante funcionario, Tel Aviv aceptó la tregua y que el primer ministro Netanyahu no lo sometió a una votación de todo su gabinete, como hizo con algunas de las treguas anteriores.

Según el diario israelí Ynet, el canciller Avigdor Lieberman y los ministros de Interior, de Economía y de Comunicación, Yitzhak Aharonovich, Naftali Bennett y Gilad Erdan, respectivamente, se opusieron a la firma de un cese al fuego definitivo.

En medio de esas tensiones y tras repetidas treguas fallidas, la vocera del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki, apoyó hoy el cese al fuego definitivo, pero la calificó como "una oportunidad, más que una certeza".

"Tenemos un largo camino por delante", agregó la funcionaria en su conferencia de prensa diaria.

De cumplirse la tregua, Israel y el liderazgo palestino deben comenzar una negociación más profunda en Egipto para discutir los temas de fondo.