La noticia fue confirmada por integrantes de la propia aviación iraquí, quienes señalaron que el hecho se produjo al oeste de la provincia de Anbar, en Irak.

"Fuerzas aéras iraquíes bombardearon el convoy del terrorista Abu Bakr Al-Baghdadi mientras se dirigía a Karabla para encabezar una reunón con los altos comandantes del Daesh (Estado Islámico)", señala el comunicado.

Irak interceptó el blanco donde se trasladaba Al-Baghdadi en el oeste del país, junto a la frontera con Siria. "Se desconoce su estado de salud", agrega la nota de prensa.

No es la primera vez que se cree que el jefe terrorista del Estado Islámico fue muerto durante una operación aérea. En abril de 2015, fue el régimen de Irán el que aseguró haber interceptado al comandante de la banda extremista y haber terminado con su vida.

Luego del supuesto ataque iraní incluso se reportó que un alto mando militar del ISIS había quedado a cargo de las operaciones en Irak y Siria.

Aquel supuesto ataque aéreo había sido confirmado por los medios propagandísticos iraníes a fines de abril de este año. Sin embargo, 20 días después del anuncio sobre su deceso, el grupo terrorista negó su muerte y mostró a su líder radical.
En esta ocasión el gobierno iraquí se muestra más prudente que su vecino, y aún no confirmó si Al-Baghdadi resultó muerto en el ataque.

Todavía no está claro por qué el líder del grupo terrorista se dirigía a la ciudad sagrada de Karbala, ya que ésta no se encuentra bajo el poder del ISIS.

Mientras tanto, el ministro de Defensa iraquí confirmó que Al-Baghdadi se encontraba entre quienes eran transportados en el convoy interceptado.

Karbala se halla en el oeste de Irak, a orillas del río Éufrates, a unos cinco kilómetros de la frontera con Siria. El comunicado no especifica cuándo tuvo lugar el ataque.

La nota de prensa fue divulgada por "la célula mediática de guerra", una estructura que informa de la lucha contra el ISIS en nombre de los ministerios de Interior y Defensa, así como de las fuerzas paramilitares de Movilización Popular.

La operación fue conducida en coordinación entre los servicios de inteligencia del mencionado Ministerio del Interior y el centro de mando conjunto de operaciones, que incluye a consejeros militares de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.