Hollande aterrizó en Irak junto al canciller, Laurent Fabius, y al ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, en el avión presidencial cargado con 15 toneladas de alimentos e insumos para la ayuda humanitaria, destinada principalmente a los cristianos que viven en Ebril, en el norte del país.

El mandatario francés se reunió con su homólogo Fouad Massoum y el primer ministro Haidar al-Abadi, quienes lideran un gobierno de Unidad Nacional nombrado el lunes por el Parlamento de Irak, pero que aún carece de ministros de Interior y Defensa.

Al mediodía, Hollande se dirigió a Ebril, en el Kurdistan iraquí.

Hollande pretende obtener el apoyo de la comunidad internacional y coordinar la lucha contra EI y contra los jóvenes europeos que viajan a Medio Oriente para convertirse en yihadistas

Once años después de haberse negado a integrar la coalición liderada por Estados Unidos y el Reino Unido que invadió Irak para derrocar a Saddam Hussein, Francia participará de una nueva intervención anunciada el miércoles por Barack Obama en Irak y Siria destinada a derrotar el accionar fundamentalista del Estado Islámico (EI).

"Francia aportará ayuda militar y humanitaria en Irak y, si es necesario, podría participar en una intervención militar aérea", expresó ayer Fabius, aunque aclaró que en Siria la acción militar "no seguirá la misma modalidad".

"A una amenaza global era necesaria una respuesta global en todas las dimensiones: militar, diplomática y humanitaria", sostiene un comunicado presentado hoy por el Elíseo.

El diario Le Figaro afirma que los bombardeos estarían a cargo de los seis aviones Rafale ubicados en la base que Francia posee en Arabia Saudita, integrada por 1.000 militares.

El próximo lunes, con el objetivo de obtener apoyo a la intervención militar, el socialista francés organizará en París una conferencia internacional "por la paz y la seguridad en Irak".