Nueva York quedó paralizada desde anoche por una tormenta de nieve que se extiende al nordeste del país y que ha forzado a la gente a no salir de casa hasta que pase el temporal. Desde las 23.00 hora local del lunes (04.00 GMT de hoy) quedó interrumpido el tráfico normal en las calles de la ciudad, por disposición del alcalde, Bill de Blasio, y sólo se permitía la circulación de vehículos de emergencia, aunque se estima que en las próximas horas se reanudará el transporte público, consignó por Continental la periodista argentina Anahí Rubín, radicada en esa ciudad.
 
También se suspendieron las clases en toda el área metropolitana neoyorquina en lo que se considera “una de las tormentas de nieve mayores en la ciudad de Nueva York”, definió Rubín en La Mañana. Las medidas son tan drásticas que afectan hasta a las bicicletas de transporte de comida a domicilio, muy populares en la ciudad, graficó Rubín.
 
La tormenta afecta en total a casi 30 millones de habitantes, con declaraciones de estado de emergencia desde Nueva Jersey hasta Maine, en la frontera con Canadá. En Boston, según disposición de las autoridades, también regía una prohibición para circular por las calles en vehículo desde anoche, al igual que en todo el estado de Connecticut y en varios condados del estado de Nueva York. Estiman que la capa de nieve sobrepasará el medio metro, algo inusitado para la región.