"Esta mañana decidí responder a la solicitud de las autoridades iraquíes de suministrar apoyo aéreo. No iremos más allá de esto. No tendremos tropas sobre el terreno. Y actuaremos sólo en Irak", aseguró Hollande en su cuarta conferencia de prensa semestral.

Ante 350 periodistas en el salón de fiestas del Palacio del Elíseo, el Presidente francés aclaró que en "el apoyo es necesario también para nuestra propia seguridad (...) Nos llamaron en Irak no en Siria, respetaremos las reglas internacionales".
El EI es una escisión de la red Al Qaeda que controla extensos territorios en Siria y en Irak.

El grupo, que pelea por derrocar a los gobiernos de Damasco y Bagdad y formar un califato que se rija por la ley islámica, es famoso por sus brutalidades, incluyendo la decapitación de dos periodistas estadounidenses y de un rehén británico filmadas en videos difundidos recientemente por Internet.

El anuncio de Hollande convirtió a Francia en el primer país en confirmar públicamente que se suma a la campaña de ataques aéreos contra el EI iniciada el mes pasado en Irak por Estados Unidos, que formó una coalición internacional para contener al grupo islamista y que ya anunció que también lo bombardeará en Siria.

El mandatario estuvo en Irak la semana pasada y esta semana presidió una conferencia en París donde más de 30 países acordaron participar del esfuerzo internacional, prometiendo distinto tipo de asistencia, desde política y económica a militar.

Francia ya había iniciado esta semana vuelos de reconocimiento en Irak, y el gobierno de Bagdad había dicho que Hollande les había prometido el apoyo aéreo solicitado, pero esto no había sido aún confirmado oficialmente por París.

Alemania ya está proporcionando armas a los kurdos de Irak, que están en la primera línea de la batalla contra el EI en el norte del país. El Reino Unido ya anunció que seguirá el camino alemán.

Estados Unidos celebró el anuncio de Hollande, al que calificó de "contribución significativa" a la coalición.

"Estados Unidos da la bienvenida al anuncio del presidente Hollande de que Francia realizará ataques aéreos en Irak. Es una contribución significativa a los esfuerzos de la creciente coalición internacional para combatir al EI", dijo el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, a periodistas.

Durante las dos horas de conferencia, Hollande se negó a referirse al EI por su nombre para "no otorgarle entidad a los terroristas", eligiendo en cambio nombrarlo como Daesh, que es el acrónimo en árabe de su antiguo nombre, Estado Islámico de Irak y Siria.

Hollande evitó marcar plazos pero precisó que "la acción será corta" y que puede tener lugar "rápidamente".

En otro orden, el presidente francés reclamó un "cambio de rumbo" dentro de la Unión Europea (UE) para "dejar atrás esta interminable crisis" económica iniciada con el descalabro financiero internacional, en 2008 y 2009.

Criticado por los sindicatos franceses y el ala izquierdista de su Partido Socialista (PS) por la política económica liberal de su gobierno, el mandatario agregó que "Europa debe ser una protección social y hoy no lo es" y alertó que "la austeridad presupuestaria y el bajo crecimiento" puede llevar al "estancamiento" del Viejo Continente.

Según Hollande, "el objetivo de Europa no puede ser el objetivo de déficit cero y crecimiento cero. Francia habla por el interés de Europa, vamos a hacer un ajuste por 50.000 millones de euros pero no haremos más ajustes ni aumentaremos los impuestos porque pondremos en peligro el crecimiento".

Otro tema de la agenda internacional abordado por el mandatario de la segunda economía europea fue el referéndum por la independencia de Escocia, que tuvo lugar hoy.

"El referéndum en Escocia puede decidir la suerte del Reino Unido, pero también de Europa", consideró Hollande en su introducción de 45 minutos, y luego, ante una consulta de un periodista catalán insistió: "No hemos hecho Europa para llegar a esto. Una deconstrucción de las naciones europeas y Europa misma".

El mandatario galo también se refirió a la crisis en Ucrania y a la reciente intervención de Israel en la Franja de Gaza y anunció que mañana se reunirá con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.

Asimismo, el presidente francés respondió preguntas sobre política interna, centradas en el crecimiento del desempleo y la pobreza, pero sobre todo en su desacreditada imagen, que solo suscita un 13% de apoyo, lo que marca un mínimo histórico.

"No está escrito en ninguna parte que el poder se puede ejercer por las encuestas, mi legitimidad es el mandato democrático de cinco años. Cuando tomo una decisión no me fijo en los sondeos, sino en el interés del país", afirmó ante periodistas de 40 países.

Transmitida en directo por el canal de televisión público France 2, seis emisoras de información privadas y cuatro radios, la conferencia de prensa se realizó por la tarde para ocupar un momento de mayor audiencia en los medios de comunicación, según reconoció la oficina de prensa del Elíseo.

Hollande añadió: "Soy presidente, no candidato. Iré hasta el final de mi mandato, no tengo otras preocupaciones que gobernar de la mejor manera posible. Estoy en la mitad de mi mandato, no voy a esperar que la coyuntura me ayude con resultados esperados. Mi deber es actuar".

El martes pasado, el primer ministro francés, Manuel Valls, obtuvo la aprobación de su nuevo gabinete de ministros en una cerrada votación en la Cámara de Diputados, dando así un respiro al impopular presidente socialista.

Secundado por el premier y todo los ministros, Hollande reconoció ante la sorpresa general que si el gabinete de Valls hubiese sido rechazo, habría convocado a elecciones anticipadas.

Hollande, que no realizó anuncios de política interna, evitó referirse al libro publicado por su ex mujer, la periodista Valérie Trierweiller, quien reveló comprometedoras anécdotas sobre el mandatario y dos semanas después de su aparición bate récords de ventas.

En medio de un comienzo de año legislativo extremadamente movido, Hollande deberá enfrentar el inminente regreso a la política del ex presidente conservador Nicolas Sarkozy, quien se presentaría a la interna de octubre para buscar la presidencia del principal partido opositor, la UMP.

Acosado por las causas judiciales, procesado por corrupción y con otras seis investigaciones preliminares en curso, Sarkozy regresaría a la política apoyado en la enorme popularidad que le brindan las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de 2017.