Después de casi cuatro siglos, un equipo de antropología forense confirmó "sin discrepancias" que los restos óseos hallados en la iglesia de las Trinitarias de Madrid pertenecen al escritor Miguel de Cervantes, autor del "Quijote", y a su esposa, Catalina de Salazar. "Es posible considerar que entre los fragmentos" encontrados en la cripta de la iglesia de las Trinitarias "se encuentran algunos" pertenecientes a Miguel de Cervantes, sin "discrepancias", anunció en conferencia de prensa el forense Francisco Etxebarria, director de la búsqueda de Cervantes.

"Estamos convencidos de que tenemos entre esos fragmentos algo de Cervantes", insistió Etxebarria. No obstante, consideró "imposible" comprobar a través del ADN cuáles son los restos de Cervantes de entre todos los localizados en la cripta, puesto que están "muy fragmentados", y además el escritor no tuvo hijos, y la única familiar sepultada en un lugar conocido es su hermana, cuyos restos están en un osario común en Alcalá de Henares, a las afueras de Madrid, explicó por Continental Virginia Sarmiento, periodista de Cadena Ser en Madrid. 

Pese a ello, los expertos sostienen que toda la "información generada en el caso de carácter histórico, arqueológico y antropológico" permite afirmar a los expertos que los restos son del escritor. "Estamos convencidos de que tenemos entre esos fragmentos algo de Cervantes", insistió.

Los restos hallados pertenecen a 17 cuerpos -entre los que hay como mínimo cinco de niños y diez de adultos- que fueron inhumados entre 1612 y 1630 de la iglesia primitiva de las Trinitarias, ubicada al contrario de lo que se pensaba hasta ahora en un lugar distinto al actual, y que fueron trasladados a la cripta entre 1698 y 1730, en el momento en que estaban terminando las obras de construcción del convento.

De acuerdo con la historia oficial, las monjas del convento pagaron el rescate de Cervantes cuando estaba prisionero en Argel, en manos de los turcos, en 1580. Miguel de Cervantes murió a los 69 años a causa de una cirrosis hepática con diabetes e hidropesía en la noche del 22 de abril de 1616. Fue enterrado en el convento, en una fosa común, pero se desconocía el lugar preciso.