La escasez de productos en Venezuela, debido a la falta de dólares para la importación y a lafuerte regulación cambiaria, ya excede la falta de azúcar, pan y papel higiénico: ahora tampoco hay implantes mamarios.

La medida despierta fuertes quejas en Venezuela ya que, en los últimos años, el país mantuvo una de las tasas más altas de cirugías estéticas per capita del mundo. Según la Sociedad internacional de Cirugía Plástica Estética, el año pasado los médicos realizaron 85 mil operaciones. Sólo Estados Unidos, Brasil, México y Alemania, todos países con una mayor población, superaron esta cifra.

Hasta hace pocos meses, las mujeres venezolanas gozaban de un fácil acceso a implantes mamarios de gran calidad, aprobado por los principales organismos de salubridad del mundo. Sin embargo, el "cepo" a las prótesis se fue haciendo moneda corriente. Durante las manifestaciones callejeras contra el gobierno de Nicolás Maduro, las mujeres ya protestaban por la fuerte subida de precio de los implantes.