La cumbre del clima que se celebrará en Francia a partir del próximo lunes se desarrollará bajo las más estrictas medidas de seguridad, algo acordad tras los atentados ocurridos en Paris el viernes 13 de noviembre.
 
"Se hará todo lo necesario para asegurar la cumbre y sus alrededores" declaró el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve.
 
Alrededor de 2.800 policías y gendarmes vigilan la región de Le Bourget, al norte de París, y 8.000 efectivos controlan la frontera francesa.
 
Se espera que lleguen al inicio de la cumbre, que durará 12 días,
147 jefes de Estado. La conferencia debería finalizar con un acuerdo para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir de este modo el calentamiento global.
 
Francia se encuentra desde los atentados que acabaron con 130 muertos en Paris y Saint-Denis en estado de excepción. Esa es la razón por la que se prohibieron dos grandes manifestaciones programadas por grupos ecologistas.
 
El Gobierno francés no se planteó un aplazamiento o la cancelación de esta cita clave.
 
El presidente Francois Hollande declaró este martes en Washington que "la mejor respuesta que se podía dar a los terroristas" es mantener la celebración de la cumbre. "Este encuentro es la cita por la paz más importante jamás organizada", declaró la ministra de Medio Ambiente, Segoléne Royal, refiriéndose a consecuencias geopolíticas por el cambio climático.
 
La alcaldesa de Paris, Anne Hidalgo, describió la cumbre como una "señal para la esperanza".
 
Se estima que durante la cumbre habrá 40.000 personas en el recinto de la cumbre, en Le Bourget. Entre ellos, más de 10.000 delegados para las negociaciones. En las conversaciones estarán implicadas 195 naciones, así como la Unión Europea.
 
 
Fuente: Agencia DPA