España, uno de los países en alerta por casos sospechosos de Ébola,respira aliviada luego de que dieran negativas las primeras pruebas a cuatro personas presuntamente infectadas con el virus.

La noticia fue confirmada por la vicepresidenta del gobierno de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, en una rueda de prensa celebrada en las últimas horas en La Moncloa.

Ahora, restan esperan los resultados de los segundos análisis, que se realizan 72 horas después de los primeros, por lo que no habrá confirmación al menos hasta el domingo.

El caso que más preocupaba a las autoridades sanitarias corresponde a un voluntario de la Cruz Roja que ingresó ayer con fiebre en un hospital de la isla canaria de Tenerife, tras haber estado un mes en Sierra Leona en contacto directo con enfermos de Ébola. Poco antes de conocerse el resultado del primer test del Ébola había dado positivo en uno de malaria.

Los otros pacientes en los que se descartó provisionalmente el virus son un pasajero de Nigeria que comenzó a sentirse mal y a tener fiebre durante un vuelo de París a Madrid, un hombre que había viajado en la misma ambulancia que la primera contagiada por Ébola fuera de África Occidental, la enfermera Teresa Romero, y un misionero que estuvo en Liberia.

Romero, quien lucha por su vida desde hace dos semanas en el Hospital Carlos III de Madrid, continúa mejorando. Según los médicos, la carga vírica ha descendido en ella. "Con la disminución que hemos observado ya se puede decir con bastante probabilidad que está eliminando la infección", dijo hoy uno de ellos.