Familiares de personas desaparecidas en el municipio de Iguala, estado mexicano de Guerrero, hallaron ocho cuerpos en tres fosas clandestinas, informó una fuente comunitaria, mientras se informó que la Policía Federal de México capturó a un presunto miembro del cartel Guerreros Unidos, sindicado como responsable de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotizinapa.

Los familiares, acompañados por policías comunitarios, encontraron tres cadáveres el miércoles y otros cinco ayer en las fosas descubiertas en el paraje denominado La Laguna, informó un vocero de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg).

Desde la desaparición de los estudiantes el pasado 26 de septiembre en Iguala, la Upoeg, organización comunitaria que surgió en enero de 2013, asiste a los pobladores en la búsqueda de familiares desaparecidos.

Hasta ahora encontraron unos 40 restos humanos en Iguala, algunos de más de cinco años y que no coinciden con los estudiantes de una escuela rural para maestros desaparecidos en septiembre a manos de policías municipales y miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, en un trágico episodio que puso contra las cuerdas al gobierno y al presidente Enrique Peña Nieto.

A su vez, algunos padres de esos estudiantes y policías comunitarios iniciaron ayer una búsqueda de los jóvenes en la Loma del Zapatero, en Iguala, sin encontrar indicio alguno. Los padres dijeron que planean quedarse tres días más en la zona.
Por otra parte, la Policía Federal capturó en el estado de Morelos, en el centro de México, a Felipe Rodríguez Salgado, presunto miembro de Guerreros Unidos.

Rodríguez Salgado, alias el Cepillo, fue detenido la noche del jueves en el municipio de Jiutepec y ya está en manos de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía), añadió el portavoz sin precisar más detalles.

De acuerdo con medios locales, el detenido está vinculado con la desaparición de 43 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa el 26 de septiembre pasado en Iguala a manos de policías locales y miembros del cártel Guerreros Unidos.

Por el caso hay 97 personas detenidas, entre ellas el exalcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, considerados autores intelectuales de los ataques a los estudiantes junto con el secretario de Seguridad, Felipe Flores, quien sigue prófugo de la justicia.

Según la versión oficial, policías locales atacaron a tiros a los estudiantes de la Normal por órdenes de Abarca, para evitar que interrumpieran un mitin de su esposa, y causaron la muerte de seis personas y heridas a otras 25.

Además, los policías capturaron a 43 jóvenes y los entregaron al cártel Guerreros Unidos, cuyos miembros aseguran que los asesinaron e incineraron en un basurero, aunque solo uno de ellos ha sido identificado a partir de restos calcinados analizados en Austria.