Al menos ocho muertos, 21.000 familias damnificadas y la declaración de "emergencia nacional" es el resultado de las intensas lluvias que soporta Bolivia. Las muertes fueron provocadas por un derrumbe en el pueblo amazónico de Rurrenabaque. Desde que comenzó la época de lluvias en Bolivia, en octubre pasado, ya suman 43 las víctimas fatales.

El vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, que ejerce la Presidencia interina del país, declaró a los medios que los ministros aprobaron anoche el decreto que declara la emergencia para facilitar el uso de los fondos a fin de atender a los damnificados. La decisión ocurrió poco después de que los socorristas rescataron seis cuerpos de un deslizamiento ocurrido el sábado en Rurrenabaque, con lo que se elevó a ocho las muertes confirmadas.

La declaración de emergencia nacional permite que los municipios y las gobernaciones pueden reasignar sus presupuestos para dar prioridad a las 21.000 familias afectadas, agregó García Linera. Ochenta de los 339 municipios del país afrontan inundaciones, granizadas y derrumbes por causa de las lluvias que continuarán varias semanas más, dijo el mandatario boliviano.