Yasin Salhi, el sospechoso de haber decapitado a un empresario antes de cometer un atentado, envió una selfie junto a la cabeza de su víctima, indicó la policía de Lyon.

Detenido el viernes cuando intentaba provocar una explosión en una fábrica de gas industrial en la región de Lyon (centroeste de Francia, segunda ciudad del país) Salhi, de 35 años, continuaba siendo interrogado hoy por los investigadores.

Éstos buscan determinar si hubo eventuales cómplices en el asesinato y decapitación de Hervé Cornara, un empresario de 54 años. La foto fue enviada a través de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp hacia un número de móvil canadiense, precisó una de estas fuentes.

La localización del contacto de Salhi no ha sido establecida, pudiendo ser este móvil un simple número de paso hacia otro destino, advirtió la misma. Los investigadores se esforzarán para recrear el trayecto de esta foto para identificar a su destinatario, en Francia o en el exterior.

La autopsia de Cornara se realizó este sábado, con el objetivo en particular de verificar si el cádaver fue decapitado después de la muerte del mismo, quien era el patrón de Salhi, empleado en su empresa de transportes desde 2015. Los primeros resultados no arrojaron luz sobre este asunto.

Al volante de camionetas de la empresa, Salhi se trasladaba con regularidad a la usina de gas del grupo estadounidense Air Products, en Saint-Quentin-Fallavier, donde es sospechoso de haber cometido un atentado después de realizar la exhibición macabra con la cabeza de su víctima. Los empleados lo conocían, por lo que pudo haber ingresado al lugar sin provocar desconfianza. Precisamente, en esta fábrica fue encontrado el cadáver de Cornara.

PROLONGAN DETENCIÓN PROVISIONAL

Según una fuente cercana al caso, la esposa del empresario asesinado lo vio por última vez poco después de las 7.30 local en su empresa de transportes de la localidad de Chassieu, en el departamento del Ródano. Se cruzó con Salhi poco antes de constatar que su marido ya no se encontraba en el lugar.

La detención provisional de Salhi, padre de tres hijos, fue prolongada, al igual que las de su esposa y hermana, también arrestadas ayer. En materia de terrorismo, este tipo de detención puede prolongarse hasta 96 horas.

Menos de seis meses después de los atentados que enlutecieron París, este asesinato constituye un nuevo "shock". "No hay palabras para esto", señalaron vecinos de Saint-Quentin-Fallavier, que subrayaron su rechazo a la "barbarie" observando un minuto de silencio para después cantar a coro "La Mrsellesa". El desarrollo del atentado perpetrado el viernes quedó claramente establecido.

Salhi, hombre de perfil discreto, se dirigió como era habitual a la planta de Air Products. Allí lanzó su vehículo contra un hangar, provocando una violenta explosión que felizmente no provocó heridos. Los bomberos destacados al lugar lograron controlarlo cuando intentaba provocar una segunda explosión.

Anoche, el fiscal de París François Moulin destacó que en este caso hay aún "zonas oscuras".

Los investigadores intentan establecer mejor el perfil del sospechoso, quien fuera detenido en 2006 por los servicios de inteligencia a causa de su "radicalización", y entre 2011 y 2014 fue señalado por sus vínculos con el movimiento salafista, pero su expediente judicial estaba limpio.

¿Fue un "Lobo solitario" o tuvo cómplices?, se preguntan los investigadores? Según fuentes concordantes, se habría radicalizado en los años 2000 en Pontarlier (este), donde contactó con un converso sospechoso de haber preparado con militantes de Al Qaida atentados en Indonesia, Frédéric Jean Salvi, alias "Alí".

No obstante, por ahora nada lo vincula a este último con los hechos acaecidos el viernes. ¿Cuál fue el móvil? La presencia de banderas con inscripciones islámicas rodeando la cabeza de la víctima colgada en la reja que rodea la usina recuerda al "modus operandi" del grupo Estado Islámico (EI) y sus escenas macabras, aunque éste no reivindicó este atentado.

Esta acción tuvo lugar el mismo día que un atentado en un hotel de Túnez donde murieron 38 personas y otra matanza en una mezquita de Kuwait con 26 víctimas fatales.

Tras la matanza en enero en el semanario satírico "Charlie-Hébdo", las autoridades de París temían un nuevo atentado. Francia es el país europeo con más ciudadanos (centenares) en las filas del EI en Siria e Irak.


Fuente AFP