"En esta reunión en Minsk se decide el destino del mundo y de Europa. Así lo veo yo", afirmó Poroshenko al inicio de la reunión en el Palacio de la Independencia de la capital bielorrusa.

Poroshenko también instó a respaldar su plan de paz para el conflicto en el este de su país, que incluye el desarme de las milicias pro rusas y la descentralización de Ucrania, aunque se mostró dispuesto a debatir otras vías de solución de la crisis.

Por su parte y en alusión a la ofensiva de las fuerzas ucranianas contra los bastiones de los separatistas de Donetsk y Lugansk, Putin aseguró que están "convencidos de que (la crisis ucraniana) no se podrá solucionar por la vía de la escalada del uso de la fuerza, sin tener en cuenta los intereses vitales de las regiones y sin un diálogo pacífico con sus representantes".

Al posar para los fotógrafos, ambos mandatarios estrecharon la mano en el Palacio de la Independencia, sede de las consultas en la capital de Bielorrusia entre la Unión Aduanera (Rusia, Bielorrusia y Kazajistán), Ucrania y la UE.

Tras la cumbre se espera que se celebren encuentros bilaterales, entre otros el posible entre Putin y Poroshenko, que se sentaron en una misma mesa en sólo una ocasión y en presencia de otros líderes europeos para el 70 aniversario del Desembarco de Normandía.

"Considero que es importante que usted directamente, cara a cara, hable con Putin. Para Rusia y para Ucrania ha llegado la hora de la verdad pues el derramamiento de sangre no puede continuar", aseguró Nursultán Nazarbayev, el presidente de Kazajistán, al reunirse con Poroshenko.

El mandatario kasajo añadió que "si esto sigue se puede convertir en una confrontación global", y animó a ambos líderes a lograr un compromiso para frenar las hostilidades en el este de Ucrania, donde el Gobierno de Kiev acusa a Rusia de apoyar y armar a los separatistas.

Durante la apertura de la cumbre, Nazarbayev propuso una tregua humanitaria para aliviar la situación de la población en la zona de combates en Donetsk y Lugansk.

Por su parte, el presidente anfitrión, el bielorruso Alexandr Lukashenko, hizo un llamamiento a la responsabilidad de ambos países.

"Si queremos que nos consideren políticos responsables debemos tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos ante nuestros pueblos y dejar de lado las ambiciones políticas", dijo y ofreció la capital bielorrusa como sede para posteriores rondas de negociaciones para la solución de la crisis ucraniana.

Tras su llegada a Minsk, Poroshenko se reunió en primer lugar con la representante de política exterior de la UE, Catherine Ashton. "La integración de Ucrania en las estructuras de la UE no va contra Rusia. Al contrario, el acuerdo de asociación con la UE busca reavivar el comercio", sostuvo el mandatario ucraniano.

Paralelamente, el Ejército ucraniano y los rebeldes pro rusos se enfrentaron hoy nuevamente en duros combates en el este de ese país, informó la agencia de noticias DPA.

Además, el Ejército de Ucrania capturó en una zona de combate en la región de Donetsk a diez paracaidistas rusos que llevaban pasaportes de su país, informó hoy el Consejo de Seguridad en Kiev.

La noticia de la captura de los soldados rusos generó gran expectación en Kiev, donde el gobierno acusa a Moscú de apoyar a los separatistas pro rusos en su guerra contra las autoridades centrales.

Un portavoz del Ministerio de Defensa ruso en Moscú confirmó la detención de los soldados pero alegó que se trata de una patrulla fronteriza que entró por error a territorio ucraniano en una zona de la frontera que no está claramente delimitada.

En los enfrentamientos de las últimas 24 horas murieron casi 250 milicianos, aseguró el Consejo de Seguridad del gobierno de Kiev. Los separatistas afirmaron, por su parte, haber matado o herido a más de 80 soldados y que hicieron prisioneros a más de 40. El Consejo de Seguridad informó de la muerte además de cuatro guardias fronterizos.

Los rebeldes aseguran tener rodeados hasta 7.000 combatientes ucranianos de batallones de voluntarios en diferentes lugares de la zona de conflicto, aunque el Ejército no confirmó por ahora esta versión.

En el plano político, los separatistas anunciaron que boicotearán las elecciones parlamentarias convocadas por Poroshenko para el 26 de octubre.

"En las zonas separatistas del este no se votará", dijo el portavoz insurgente Serguei Kavtaradze. "Si el gobierno de Kiev hace campaña en las regiones de Donetsk y Lugansk o llama a los residentes a votar, deberá esperar una dura reacción", enfatizó.

Poroshenko disolvió ayer el Parlamento tras reunirse con los líderes políticos ucranianos y convocó a elecciones, de las que espera surja una mayor estabilidad.