El Parlamento ucraniano pidió hoy a la Corte Penal Internacional (CPI) que procese por crímenes de lesa humanidad al depuesto presidente Vi¬ktor Yanukovich, mientras que arrancó con fuerza la pulseada por suceder al fugitivo exmandatario del convulsionado país.
 
A favor de la resolución contra Yanukovich, derrocado tras meses de una profunda crisis política y cuya suerte se ignora desde el sábado pasado, votaron 324 diputados de la Rada Suprema (Legislativo), que declararon además que Ucrania reconoce la jurisdicción de esa corte en su territorio.

El documento votado acusa a Yanukovich y varios exdirigentes de su círculo íntimo de las "graves consecuencias" y el "asesinato masivo" de ciudadanos durante las protesta masivas que se iniciaron el 21 de noviembre y culminaron el 22 de febrero con su huida y posterior destitución por el Parlamento.

La resolución subraya que a lo largo de ese período los órganos de poder, "por órdenes de los cargos del Estado, adoptaron de forma ilegal medidas de presión física, medios especiales y armamento contra los participantes en las acciones pacíficas en Kiev y otras ciudades ucranianas".

La votación del legislativo coincide con el arranque de la carrera por la sucesión del poder político en el país.

El líder opositor y exboxeador Vitali Klitschko, uno de los dirigentes con más arraigo popular, anunció hoy que se presentará al cargo de presidente "firmemente convencido de que en Ucrania hay que cambiar las reglas de juego".

Klitschko, cabeza del partido UDAR (Golpe), que colgó hace poco los guantes cuando era campeón del mundo de boxeo en la categoría de pesos pesados, cuenta además con el apoyo de Alemania, donde residió durante muchos años.

La campaña por las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo comienza también con la incógnita de si la exprimera ministra, Julia Timoshenko, en libertad desde el sábado pasado tras permanecer presa desde 2011, también concurrirá a los comicios.

La formación del nuevo gobierno de unidad ucraniano, en tanto, fue pospuesta hasta el jueves por el presidente interino, Alexandr Turchinov.
"El jueves el nuevo gobierno de unidad nacional debe ser votado", aseguró Turchinov, quien también es jefe de la Rada Suprema (Legislativo), durante una sesión parlamentaria, tras evaluar los numerosos reclamos internacionales recibidos para incluir en su seno a los líderes de las protestas antigubernamentales.

Turchinov, quien advirtió que el país se encuentra al borde de la bancarrota, subrayó que las diferentes facciones representadas en la Cámara "deben trabajar día y noche", según informó la agencia de noticias EFE.

En tanto, la pulseada Moscú-Bruselas por incluir en su área de influencia a Kiev, disputa que disparó la crisis a fines de noviembre cuando el depuesto presidente Viktor Yanucovich pospuso la firma de un tratado de asociación con el bloque, cobró fuerza con el ofrecimiento europeo de conceder créditos en colaboración con el FMI.

"Estamos en permanente contacto con nuestros socios con el fin de encontrar ví¬as para ayudar a Ucrania a superar los desafíos económicos, conjugando préstamos a corto plazo y créditos a largo", dijo la Jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton en rueda de prensa en Kiev.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, en tanto, aseguró hoy que su país "no intervendrá en los asuntos internos de Ucrania", en declaraciones producidas un día después de negar toda legitimidad al nuevo poder surgido tras el baño de sangre desatado la semana pasada en el país.

"Hemos confirmado nuestra posición de principios de no intervención en los asuntos internos ucranianos y esperamos que todos se ajusten a esta lógica", dijo en rueda de prensa el jefe de la Cancillería rusa, en una crítica elíptica a las naciones europeas que "se apuraron a celebrar la victoria" como criticó ayer.

"No hay que intentar conseguir ciertas ventajas coyunturales unilaterales", agregó luego.

Ayer, la canciller alemana Angel Merkel aconsejó desde Berlín a las nuevas autoridades la creación de un gobierno de unidad nacional integrador, es decir no sólo con antiguos opositores sino también con representantes de las regiones orientales ruso parlantes.

En Kiev, en tanto, en el marco de la fuerte batalla simbólica desatada tras el baño de sangre, fue retirada la estrella soviética de la cúpula de la Rada Suprema, donde coronaba el mástil con la bandera nacional que ondea a media asta en memoria a los muertos en los disturbios antigubernamentales.

El hecho fue mostrado posteriormente por la TV local, donde pudo verse al manifestante cuando arriaba cuidadosamente la estrella con la ayuda de una soga y luego al líder del partido nacionalista Svoboda (Libertad), Oleg Tiagnibok, quien proclamaba orgulloso que "ya no hay estrella".Previamente, brigadas de funcionarios habían descolgado de forma masiva los retratos de Yanukovich de todos los edificios y sedes estatales.