Los diputados españoles dieron este martes un "no" masivo al proyecto de referéndum sobre la independencia de Cataluña, que el gobierno regional catalán, con un fuerte respaldo popular, se dijo dispuesto a organizar pese a todo el 9 de noviembre.

Tras siete horas de debate, los legisladores rechazaron por 299 votos en contra, 47 a favor y una abstención una petición del Parlamento regional catalán para que le fuera transferida la capacidad de organizar consultas.

La oposición a la iniciativa unió a los conservadores del PP --del jefe de gobierno español Mariano Rajoy-- con los socialistas del PSOE y algunos partidos pequeños. 

"No concibo España sin Cataluña, ni Cataluña fuera de España y de Europa", afirmó Rajoy, explicando su negativa a permitir un referéndum que considera anticonstitucional. 

En un vehemente discurso, se dirigió "muy especialmente a los ciudadanos de Cataluña", gran región del noreste del país, orgullosa de su lengua y su cultura, donde desde hace años crece el sentimiento independentista atizado por una crisis económica que agravó las tensiones políticas.

"Se les escucha y se les entiende muy bien", aseguró, reafirmando su "disposición al diálogo siempre que se produzca (...) sobre aquellas cuestiones que la Constitución nos permite dialogar". Es decir, no sobre el referéndum.

"Un no dialogante es como un helado caliente, es como el agua seca", le respondió el diputado ecolo-comunista catalán Joan Herrera. "Un no es un no", subrayó.

Pero su compañera Marta Rovira, del formación independentista ERC, segunda fuerza catalana, dejó muy claro que los partidos secesionistas, muy mayoritarios en el Parlamento regional, están dispuestos a seguir adelante pese a este rechazo.

"No nos vamos a rendir, esto no acaba aquí", aseguró.