"El principal efecto inmediato (que traería ese resultado) es la probable incertidumbre sobre la transición hacia un potencialmente nuevo y diferente marco monetario, financiero y fiscal en Escocia", afirmó Bill Murray, portavoz del FMI, en la rueda de prensa quincenal del organismo.

Sin embargo, Murray matizó que "los efectos a largo plazo dependerían de las decisiones que se tomen durante la transición".

La interpretación que Murray realiza sobre la reacción de "los mercados" se suma a las advertencias del Royal Bank of Scotland y el Lloyds Banking Group, dos importantes bancos británicos con sede en Escocia, que ayer anunciaron que trasladarían a Londres si gana la opción independentista, y a la baja de la tradicionalmente estable libra esterlina de los últimos días.

El pánico de "los mercados" y la clase política británica se desató luego que el pasado domingo la prestigiosa empresa demoscópica YouGov publicó un sondeo en el que por primera vez la opción por el "sí" a la independencia encabeza las preferencias de los escoceses.

En medio de la ola de dudas, los analistas plantean como principal lo que ocurriría con la moneda.

El gobierno autónomo escocés, encabezado por el nacionalista Alex Salmond, indicó que tiene intención de conservar la libra si gana la independencia, pero Londres descartó esa posibilidad.

Las últimas encuestas apuntan a un resultado estrecho entre los partidarios del "no" a la independencia de Escocia y los defensores del "sí".