Una de las primeras cosas que se vienen a la cabeza de la ciudad de Nueva York es el emblemático Empire State, que supo ser el edificio más alto del mundo hasta 1972. La familia que administra el rascacielo, los Malkin, decidió ponerlo a la venta, en la que será, sin dudas, una de las transacciones inmobiliarias más importantes de la historia.

El proceso de venta comenzará la próxima semana y se buscará seducir a inversionistas de todo el mundo para hacerse de una de las torres más importantes del mundo.

Aunque la convocatoria será la próxima semana, la familia Malkin ya cuenta con algunas ofertas. El fondo mobiliario Thor Equities pretende quedarse con el edificio. "Thor ha hecho dos ofertas, una por más de US$ 1.180 millones, a Empire Building Associates, que posee el terreno, el edificio y los arrendamientos del rascacielos", explicó Jason Meister, de Thor.

Esta iniciativa se da en un momento en el que se prepara una entrada en bolsa por parte del rascacielos, por más de mil millones de dólares. A su vez, su valorización es de US$ 2.500 millones, incluida toda su deuda, según documentos de bolsa.

En junio pasado, Thor ya había realizado una oferta por US$ 2.100 millones por todas las entidades que controla el Empire State Building. En esta oportunidad, la venta del rascacielos también incluye una torre de 102 pisos y otras 18 propiedades de los Malkin.

Por su parte, otra oferta es por el 63,8% que está en manos de la sociedad de inversión Helmsley Estate Interest.

El Empire State supo ser el edificio más grande del mundo durante cuatro décadas, desde su construcción en 1931 hasta 1972, cuando culminaron las obras del World Trade Center.

Sin embargo, tras el atentado a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, el emblemático rascacielos volvió a convertirse en el edificio más alto de Nueva York, condición que perdió nuevamente el 30 de abril de 2012, cuando los avances en la construcción del nuevo World Trade Center, que se inaugurará en 2015, volvieron a superar en altura el Empire State.