El narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán fue cambiado ocho veces de celda en los cuatro días que lleva recluido, como medida de seguridad y para evitar su fuga del penal del Altiplano, en Estado de México. Desde la fuga de "El Chapo", el 11 de julio de 2015, se puso en marcha "un proceso administrativo y jurídico que determinó una serie de fallas" en el centro penitenciario al que el viernes volvió a ser enviado Guzmán tras su recaptura de ese día en el estado de Sinaloa, en el noroeste de México, indicaron las autoridades

"Todas y cada una de esas fallas fueron ya cubiertas", y las medidas adoptadas "convierten" al Altiplano "en la cárcel federal más segura" de México, aseguró la fuente. También, dijo que "se cuadruplicó el número de cámaras y en las próximas semanas se habrán puesto diez cámaras más de las que había originalmente".

Además, un "equipo de élite" que fue sometido a "pruebas de confianza superiores a las de cualquier otro" penitenciario de una cárcel máxima seguridad permanece "24 horas observándolo personalmente con cámaras". "No hay puntos ciegos en las celdas", como el que existía en la ducha de su celda original, lo que le permitió fugarse por el túnel que fue construido por sus colaboradores desde una casa abandonada a un kilómetro y medio de distancia.

A "El Chapo", líder del cártel de Sinaloa, "se le está cambiando de celda sin patrón". "Puede pasar horas o puede pasar días en una misma celda" y "hasta hoy había estado en ocho celdas distintas", detalló la fuente. Asimismo, fueron "reforzados" los sistemas del suelo del penal, de las esclusas y de las rejas. Todo aquel que quiere entrar a la prisión es sometido a un moderno sistema de escaneo "que abarca cavidades del cuerpo humano".