Un fallo en la computadora de a bordo y las decisiones erróneas que adoptaron después los pilotos llevaron al siniestro del avión de AirAsia en el que murieron 162 personas en diciembre pasado, según informe presentado por el Comité de Seguridad de Transporte indonesio. 

"Un fallo en una de las computadoras del avión provocó que el piloto automático se desconectase y las medidas que tomó a continuación la tripulación llevaron a que el aparato no pudiera controlarse", explicó el comité en Yakarta. El avión del vuelo QZ8501 de AirAsia despegó de Surabaya en la madrugada del 28 de diciembre y tenía previsto aterrizar dos horas más tarde en Singapur.

Sin embargo y por causas que empiezan a conocerse ahora, se estrelló en el mar de Java unos cuarenta minutos después de partir. Transportaba tres surcoreanos, un británico, un francés, un malasio, un singapurés y 155 indonesios, entre pasajeros y una tripulación de siete personas.