A la dramática emergencia sanitaria provocada por la epidemia del virus del ébola en Africa, se sumó el ataque en Liberia a un centro de aislamiento que provocó la huida de 17 enfermos que hasta ahora seguían siendo buscado por autoridades.

Hombres armados irrumpieron en un centro de aislamiento de cura del virus ébola en Monrovia, capital de Liberia, para saquearlo. Fue en ese momento en el que se fugaron los enfermos, así como enfermeras y voluntarios.

Los agresores "forzaron las puertas y saquearon los locales. Todos los enfermos huyeron", declaró Rebecca Wesseh, testigo del ataque. Los agresores eran mayormente jóvenes, armados con masas y bastones, y gritaban consignas contra la presidenta liberiana, Elle Johnson Sirleaf, y contra los médicos. En particular, gritaban que en el país "no hay ébola".

En el edificio, originalmente una escuela, los enfermos recibían los primeros tratamientos antes de ser transferidos a hospitales de la capital. "La población no confía en los centros sanitarios y busca no asistir. Se va infundiendo un clima de temor generalizado. Y el miedo no produce jamás algo positivo", advirtió el sábado la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Hasta esta mañana seguíamos buscando a estos 17 enfermos que huyeron del campo, pero aún no los hemos encontrado", dijo el ministro de Información, Lewis Brown. "Lo peor es que quienes saquearon el centro tomaron colchones y toallas manchadas de fluidos de los cuerpos de los enfermos. Nos arriesgamos a vernos ante una situación difícil de controlar", subrayó.

Brown, portavoz oficial designado por la presidenta Ellen Johnson Sirleaf para todas las cuestiones relacionadas con el ébola, sugirió la posibilidad de poner en cuarentena el barrio de West Point, de unos 75.000 habitantes, donde se había instalado recientemente el centror.

En cinco meses, esta fiebre hemorrágica muy contagiosa ha dejado 1.145 muertos, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los cuales 413 se han registrado en Liberia, 380 en Guinea, 348 en Sierra Leona y cuatro en Nigeria.

“En general tiene que ver con las condiciones socioeconómicas en que vive la gente. Por eso, también es un llamado de alerta para las autoridades internacionales”, señaló por Continental el doctor Javier Meritano.