La municipalidad de Donetsk, principal bastión de los insurgentes en el este de Ucrania, informó que un bombardeo mató a dos personas e hirió a otras cuatro en el oeste de la ciudad, de más de un millón de habitantes.

En un comunicado separado, el mando militar de Ucrania informó que al menos 10 civiles más murieron y decenas resultaron heridos en bombardeos contra la localidad de Nizhniaya Krinka, 20 kilómetros al este de Donetsk.

El mando militar y el líder rebelde de Donetsk, Alexander Zajarchenko, se acusaron de los ataques, que suponen una nueva violación a una tregua decretada este mes pero que ha sido violada varias veces, sumando víctimas civiles a un conflicto que ya dejó más de 3.000 muertos desde su comienzo, en abril.

Desde que entró en vigor el alto el fuego, los enfrentamientos en Donetsk se vieron circunscriptos a su sector norte, donde varios barrios residenciales se han visto afectados por combates centrados en el aeropuerto de la ciudad, que está controlado por el Ejército.

Para tratar de poner fin a la guerra, el Parlamento ucraniano aprobó ayer una ley que contempla tres años de autogobierno para las zonas de Donetsk y Lugansk controladas por los rebeldes pro rusos, así como una amplia amnistía para separatistas.
Sin embargo, Zajarchenko ya rechazó hoy la posibilidad de elecciones locales en las regiones rebeldes el 7 de diciembre, como estipula la citada ley.

"Tenemos un Soviet Supremo propio y adoptaremos una decisión independiente sobre cuándo y qué elecciones celebrar. Aquí no habrá ninguna elección organizada por Ucrania", aseguró a la agencia de noticias rusa Interfax.

Mientras, su mano derecha, Andrei Purguin, quien insistió esta semana en que los separatistas no renuncian a la independencia, destacó que la ley "contiene puntos interesantes, como el derecho a realizar actividades de política exterior".

"El diálogo continuará. Cuándo y en qué formato aún debemos hablarlo. Cuando llegue la hora de la reconstrucción, veremos cómo funciona" la ley, apuntó.

Las reservas expresadas por los líderes rebeldes podrían afectar negociaciones en curso en Minsk, capital de Bielorrusia, entre Ucrania, los rebeldes, Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa (OSCE).

La tregua decretada el 25 de septiembre forma parte de un protocolo acordado en Minsk un día antes y que incluye un alto el fuego, canje de prisioneros, apertura de corredores humanitarios y la concesión de un estatus especial a las zonas bajo control rebelde aprobada ayer por el Parlamento de Kiev.

Rusia apoyó hoy la ley de autogobierno, pese a que el Kremlin siempre ha defendido la concesión de mayores competencias políticas, económicas y lingüísticas para las zonas rusohablantes del este de Ucrania, mientras la autonomía que ofrece Kiev es limitada y temporal.

"En Rusia vemos este documento como un paso en la buena dirección", dijo la Cancillería rusa en un comunicado.

"Todo esto crea el caldo de cultivo para el inicio de un auténtico proceso constitucional en Ucrania, que debe incluir la puesta en marcha de un diálogo para lograr la concordia", indicó.

Por ello, Rusia instó a Ucrania a aplicar la ley de autogobierno -que aún no fue promulgada por el presidente Petro Poroshenko- y advirtió que si sus detractores logran su modificación "devolverán la situación a la confrontación" en el este del país.

La nota aludió a las críticas contra la ley vertidas por la ex primera ministra Yulia Timoshenko y el líder nacionalista del partido Svoboda (Libertad), Oleg Tiagnibok, quienes acusan a Poroshenko de rendir los intereses del Estado, poner en peligro la integridad territorial del país y legalizar a los terroristas.

Mientras, varios centenares de ultranacionalistas protestaron hoy contra la concesión del autogobierno a los rebeldes frente al edificio de la Presidencia, en el que no se encontraba Poroshenko, quien viajó a Canadá y Estados Unidos para reunirse con sus dirigentes.

"Las leyes no están claras. Exigimos a Poroshenko que no las promulgue. Como los combatientes llevaban pasamontañas, será imposible determinar quién combatió y quien simplemente llevaba el agua", aseguró Artiom Skropadski, portavoz del partido Sector de Derechas.

No obstante, el primer ministro, Arseni Yatseniuk, mostró hoy su apoyo al presidente al asegurar que la citada ley no significa que Kiev reconozca las "repúblicas populares" que los rebeldes proclamaron en Donetsk y Lugansk, otra provincia del Este.