El juez que investiga el patrimonio del ex vicepresidente económico de España y ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, ordenó retirarle su pasaporte y que acuda a tribunales una vez al mes, tras tomarle declaración como imputado por delitos de fraude fiscal, blanqueo y corrupción. Rato, de 66 años, fue citado a declarar de forma precipitada ante el juez Antonio Serrano Arnal, en Madrid, luego de que los avances de la investigación en su contra revelaron que cobró más de 800.000 euros provenientes de presuntas comisiones por el concurso de Bankia, entidad financiera que presidía. 

Sin embargo, luego de tres horas de interrogatorios, Rato quedó en libertad aunque con la obligación de entregar su pasaporte y de comparecer una vez por mes ante el juzgado. El pasado 16 de abril, el otrora hombre poderoso del derechista Partido Popular (PP) fue detenido por unas horas en el marco de esta misma causa. 

En julio, Rato acudió a tribunales por primera vez, pero se acogió a su derecho a no declarar argumentando que desconocía las acusaciones que le atribuía la Oficina Antifraude española (ONIF), que lleva adelante la investigaciones en su contra. La investigación de la ONIF detectó inicialmente que Rato había tejido un "complejo entramado societario" para evitar embargos por su presunta responsabilidad en el "caso Bankia", sobre las irregularidades y fraude en torno a la salida a Bolsa de la entidad que presidió hasta 2012. 

No obstante, a medida que avanzó la investigación se descubrieron 6,5 millones de euros de origen desconocido en una sociedad propiedad de Rato, Kradonara, que habría sido utilizada por el ex presidente de Bankia para cobrar comisiones a cambio de la concesión de contratos con la entidad. La declaración del presunto testaferro de Rato, el empresario Alberto Portuondo, resultó clave.