Corea del Norte ha amenazado con ejercer su derecho a un ataque preventivo contra cualquiera que se dedique a atacar a Pyongyang con su retórica "hostil" o ahogándole con sanciones, como es el caso, a su juicio, de Estados Unidos.

"Desde que Estados Unidos está intentando prender la mecha de una guerra nuclear, nosotros ejerceremos nuestro derecho a un ataque nuclear preventivo contra los cuarteles generales del agresor, con el fin de proteger nuestro supremo interés", ha señalado el portavoz del ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte.

EEUU y Corea del Sur realizan estos días maniobras militares y comenzarán nuevos ejercicios el lunes, lo que, junto a las inminentes sanciones, ha elevado los ataques verbales del régimen de Kim Jong-un, que por primera vez ha aludido a la posibilidad de lanzar un "ataque preventivo".

No obstante, los expertos descartan que Corea del Norte posea tecnología suficientemente avanzada como para lanzar un misil con capacidad nuclear a EEUU a corto o medio plazo, por lo que este último desafío podría englobarse en la habitual retórica belicista de este militarizado país.

El pasado martes, Pyongyang prometió dar por nulo el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea (1950-53), en una amenaza sin precedentes que llegó poco después de salir a la luz un acuerdo entre China y EEUU en la ONU para imponer nuevas sanciones a Corea del Norte por su prueba nuclear de febrero.

Estas sanciones, que podrían ser oficiales en cuestión de horas, se dieron a conocer hoy e incluyen un refuerzo de las inspecciones al Norte para impedir su tráfico de productos ilícitos y bienes de lujo, así como restricciones a tres nuevos individuos y dos empresas presuntamente implicados en actividades ilegales.

Entre tanto, el Ministerio de Defensa surcoreano afirmó hoy que Corea del Norte prepara ejercicios militares "a gran escala" para la próxima semana, mientras lleva a cabo estos días pequeños ensayos por separado de sus fuerzas de tierra, mar y aire.

EEUU mantiene unos 28.500 efectivos en Corea del Sur y se compromete a defender a su aliado en caso de agresión como vestigio de la Guerra de Corea, que finalizó con un armisticio nunca sustituido por un acuerdo final de paz.