El gobierno chino advirtió que no tolerará "ningún tipo de apoyo externo" a las protestas que desde hace una semana se realizan en Hong Kong, al que calificó como "territorio chino" y cuyos temas se enmarcan dentro de su soberaní­a, mientras Estados Unidos pedía contención a manifestantes y autoridades y las manifestaciones afectaban las bolsas de Europa. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, dijo durante una conferencia de prensa que el gigante asiático se opone "a la interferencia extranjera, por parte de cualquier paí­s, en los asuntos internos de China".

Beijing busca despejar de incidencias externas su propósito de neutralizar a los estudiantes de Hong Kong que protagonizaron una semana de huelgas y protestas masivas para exigir el sufragio universal y que el gobierno chino dé marcha atrás con su reforma electoral y no imponga restricciones a los candidatos que se presenten a los primeros comicios generales bajo control chino. El popular periódico chino Huanqiu Shibaoa, en tanto, acusó a Washington de intentar aplicar la experiencia de las "revoluciones de colores" en Hong Kong, aludiendo a las movilizaciones desarrolladas en Europa Oriental poco despúes de la caí­da del Muro de Berlí­n.

Estados Unidos reaccionó pidiéndole a las autoridades de Hong Kong "contención" ante las protestas mientras expresaba su respaldo al reclamo de los manifestantes de lograr la instauración del sufragio universal para las elecciones de 2017. "El Gobierno estadounidense está siguiendo de cerca la situación en Hong Kong. Urgimos a las autoridades de Hong Kong a ejercer la contención y a los manifestantes a expresar sus opiniones de forma pací­fica", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.

Ayer, la prolongada protesta alcanzó su punto de mayor tensión cuando la policí­a hongkonesa, vestida con uniforme de asalto, reprimió con gas lacrimógeno, gas pimienta y balas de goma a los millares de personas que paralizaban el centro de la ciudad en reclamo de elecciones libres. Hua calificó además de "asamblea ilegal" las protestas que se suceden en Hong Kong y que -según enfatizó- "debilitan el orden social y el estado de derecho" en el territorio.

Beijing intenta evitar también cualquier tipo de discusión en redes sociales en el territorio continental sobre las protestas en Hong Kong con el bloqueo de decenas de palabras de búsqueda y de redes sociales completas, como Instagram, mientras los medios estatales sólo publican informaciones limitadas que describen a los manifestantes como activistas radicales y advierten que su movimiento está condenado al fracaso. 

Las protestas, que se desarrollaban principalmente en el centro, se extendieron ahora en varios puntos de la ciudad como el Central Admiralty y Causeway Bay luego que la policí­a adoptó una actitud pasiva y dejó de intentar disolver las concentraciones. La acción policial de ayer y anteayer no sólo no disuadió a los manifestantes sino que acabó generando un aumento de sus filas.

La "número dos" del Gobierno local de Hong Kong, Carrie Lam, advirtió que no es "realista" esperar que las autoridades de China den marcha atrás en su decisión de agosto pasado sobre la reforma polí­tica en el territorio. Ese marco polí­tico estableció que el jefe del Ejecutivo local que podrán votar los habitantes de la ciudad por sufragio universal se reducirá a un grupo de dos o tres candidatos que deberán tener el visto bueno previo de un comité consultivo. En tanto, legisladores planean pedir la renuncia del gobierno local por la represión a la ciudadanía.

Por Continental, Hipólito Argentino Herrera, catamarqueño que trabaja en Hong Kong hace 14 años en el primer restaurante argentino en esa ciudad, contó que “todos los restaurantes están cerrados, me recuerda a la situación de 2003, cuando pasó lo que la gripe del pollo”. 

En La Mirada Despierta, relató que en la ciudad “trabajo hay, pero es difícil de conseguir si sos extranjero. Los hongkongueses no quieren el régimen de China, que es comunista. Los que protestan son todos muy jóvenes, el líder tiene 17 años. Son muy pacíficos, gritan mucho, pero el domingo quisieron saltar las vallas y la policía reprimió y hubo 78 heridos y casi 50 detenidos”.