En medio de protestas y fuertes medidas de seguridad empezó el juicio por la muerte del joven afronorteamericano Freddie Gray, ocurrida hace siete meses en Baltimore, en el estado norteamericano de Maryland, y en el que serán juzgados por separado los seis agentes del cuerpo de la Policía local acusados: tres afrodescendientes y tres blancos. El proceso comenzó con la selección del jurado que decidirá sobre la libertad del policía William Porter, uno de los seis agentes acusado de causar las heridas mortales en la columna vertebral que sufrió Gray mientras permanecía en custodia policial y era transportado en un furgón.

"Acaben con el racismo ahora" y "necesitamos una reforma policial ya" fueron algunos de los mensajes que los manifestantes mostraron en pancartas a las puertas de la corte de Baltimore, en la que el juez Barry Williams comenzó el proceso para elegir a los 12 miembros del jurado del primer juicio por la muerte de Gray. Porter, el primer agente en ser juzgado y también afronorteamericano, está acusado de no haber transportado a Gray de forma segura en el furgón policial y de no haber solicitado para el detenido la atención médica que supuestamente el joven solicitó y se le negó en varias ocasiones.

El joven afronorteamericano podría haber sido sometido a la práctica conocida como el "paseo del cowboy", en la que los detenidos son trasladados sin cinturón de seguridad en la celda metálica del vehículo entre frenadas y giros bruscos para que resulten golpeados. La muerte del joven, ocurrida el 19 de abril, tras una semana en coma por las graves lesiones, reabrió la fractura racial de Estados Unidos con la declaración del estado de emergencia en Baltimore, así como el despliegue de la Guardia Nacional, la instauración del toque de queda y centenares de detenciones en medio de las protestas y los disturbios.

Además, Estados Unidos vivió otros momentos cargados de tensión racial especialmente desde la muerte en Ferguson, Missouri, en agosto de 2014 del adolescente afro desarmado Michael Brown a manos de un agente blanco, que luego fue exonerado de todos los cargos. La muerte de otros afronorteamericanos en casos de gatillo fácil por parte de policías blancos provocó el nacimiento de un nuevo movimiento civil a nivel nacional, llamado "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan") y que reclama el fin de la violencia policial contra la comunidad afronorteamericana.