La entidad, con sede en Londres, reveló que los milicianos, entre los que hay un emir del Frente al Nusra y cuatro extranjeros, se trasladaron a la ciudad de Al Bab, bastión del EI en el noreste de la provincia septentrional de Alepo.

En el lugar, los miembros del EI les habrán obsequiado con una prisionera como "recompensa" por cambiar de bando.

Los 40 desertores de la rama de Al Qaeda se retiraron del campo de batalla en el norte de Alepo hace 10 días en dirección a la frontera turca, pero volvieron sobre sus pasos y se dirigieron a la ciudad de Al Bab.

El EI proclamó un califato en Irak y Siria a finales de junio último, donde conquistó amplias áreas del territorio, algunas donde la explotación petrolera es prioritaria.

Según cálculos de agencias occidentales, más de 6 mil personas se unieron a sus filas durante el mes siguiente, de los que 1.300 eran extranjeros.

El EI y el Frente al Nusra se enfrentan desde enero en Siria, aunque en los últimos meses la filial de Al Qaeda sufrió varias deserciones a manos de la organización yihadista rival.

En tanto, milicianos del Estado Islámico (EI) prosiguieron hoy su avance en zona industrial de la ciudad de Deir al Zur, en el noreste de Siria, tras enfrentarse con fuerzas del ejército, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Según la ONG opositora al gobierno de Bashar al Assad, que desde la capital británica monitorea el conflicto, los combates causaron un número indeterminado de muertos y heridos en ambos bandos.

En los últimos días el EI movilizó a sus combatientes en el intento de tomar el área industrial de la ciudad, que hasta ahora está controlada en su mayor parte por el ejército sirio.

Mientras tanto, la aviación gubernamental lanzó seis bombardeos en la isla de Saker, sobre el río Éufrates, y en la periferia de Deir el Zor.