El Banco Popular de China realizó una nueva inyección de liquidez en el sistema bancario del país, por un monto de 140.000 millones de yuanes, un día después de llevar a cabo otra inyección de 150.000 millones. La operación de hoy equivale a 21.800 millones de dólares (unos 18.950 millones de euros), después de que la de ayer ascendiese a unos 23.400 millones de dólares (20.300 millones de euros).

El banco central chino explicó en su página de Internet que esta última inyección se realizó a través de préstamos a corto plazo, con vencimiento a seis días y a un interés de 2,3%. Normalmente, las inyecciones de liquidez del Banco Popular se realizan a través de acuerdos de recompra inversa ("repos"), por los que se venden valores condicionados a un compromiso para recomprarlos posteriormente. La última vez en que el banco central realizó una inyección a través de préstamos a corto plazo fue en enero pasado.

El emisor chino hizo en los últimos meses numerosas inyecciones de liquidez para garantizar la estabilidad del sistema financiero del país, en un periodo de turbulencias por la crisis de la bolsa, primero, y después por las devaluaciones del yuan de la semana pasada. El pasado 25 de junio el banco central rompió más de dos meses de sequía, e inició una serie de inyecciones para asegurar que hubiera liquidez disponible.

En este marco, las Bolsas de Shanghai y de Shenzhen volvieron a caer este miércoles, por cuarto día consecutivo, aunque el ritmo fue menor al de los días anteriores. El índice Shanghai Composite cerró con 1,27 por ciento de pérdidas y el Shenzhen Component bajó 2,92 por ciento. El ChiNext para acciones tecnológicas, similar al Nasdaq Composite estadounidense, fue el más afectado con una caída del 5,06 por ciento. Durante la jornada, los mercados vivieron una auténtica montaña rusa, con subas y bajas, pero pese a que al mediodía parecían recuperarse, finalmente volvieron a hundirse.