China puso en funcionamiento el gasoducto más largo del mundo, con 8.704 kilómetros de tuberías, en el que se invirtieron 142.200 millones de yuanes (22.570 millones de dólares).

El gasoducto va desde Horgos, en la frontera china con Kazajstán, y las ciudades costeras de Shanghai, Cantón y Hong Kong, y dará suministro a una zona habitada por cerca de 500 millones de personas, anunció la Corporación Nacional Petrolera de China (CNPC).

Este oleoducto, el segundo que China construye desde el oeste al este del país, está formado por una línea central que se ramifica en ocho conductos regionales, y permitirá la llegada de gas natural desde Asia Central hasta varias de las metrópolis más dinámicas del país.

La línea, que partirá de Horgos, en la región autónoma uigur de Xinjiang (noroeste), contará con una capacidad de transporte de unos 30.000 millones de metros cúbicos al año.

CNPC es la matriz de la petrolera estatal Petrochina, la mayor productora de petróleo del país asiático y su segunda mayor refinería. Su primer oleoducto entre Xinjiang y Shanghái (este) se completó en 2004, y el segundo, entre Xinjiang y Hong Kong, fue terminado recientemente.

El tercero de ellos, de 5.220 kilómetros y aún en construcción, partirá también de Horgos, y llegará hasta Shaoguan, al norte de la provincia de Cantón.