Al menos cuarenta personas resultaron heridas por una monumental gresca de empleados de la subcontratista taiwanesa Foxconn en su planta de Taiyuan, en el norte de la República Popular China.

Según un comunicado de la empresa, que ensambla piezas de Apple, unos dos mil empleados estuvieron involucrados en la pelea, que, aseguraron, "no fue de carácter laboral".

Sea como fuere, se necesitaron unos cinco mil efectivos policiales para reducir a los enfrentados, lo que ocurrió recién en la madrugada del lunes.

Sin embargo, desde otras fuentes remarcan que la concentración fue para protestar contra las condiciones laborales en las que trabajan, algo minimizado por la empresa Foxconn, que adujo que, "de los setenta y nueve mil empleados que tenemos, sólo participaron dos mil".

En la planta de Taiyuan, Foxconn fabrica componentes electrónicos de automóviles y de consumo. La disputa se produjo tras la salida al mercado del iPhone 5 el viernes y poco después de registrarse a principios de este mes un nuevo suicidio en plantas de Foxconn, el segundo después del acuerdo firmado entre esta compañía y Apple para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.

En base a este pacto, Foxconn se comprometió a reducir el horario laboral, mejorar los protocolos de seguridad y otros beneficios sociales a los ensambladores. Antes de alcanzar el acuerdo con Apple, más de un centenar de trabajadores de la compañía amenazaron el pasado enero con suicidarse en masa saltando de un tejado de la fábrica en protesta por sus condiciones laborales.

Este suceso añadió presión a Apple, que aceptó que la organización independiente Asociación de Justicia Laboral (FLA, en sus siglas en inglés) llevase a cabo una investigación, la cual desveló que los trabajadores chinos de la compañía trabajan, en ocasiones, más de 60 horas a la semana, algo que viola las leyes.