En declaraciones a los medios, el ministro boliviano de Exteriores, David Choquehuanca, ratificó anoche que se trata de una "medida que el gobierno boliviano ha tomado soberanamente" como "protesta" por la ofensiva de Israel en Gaza.

Indicó que también se busca "ejercer mayor control" para verificar quiénes ingresan a Bolivia.

"Hoy día las mismas Naciones Unidas han calificado de crímenes de lesa humanidad lo que está pasando en Israel y posiblemente estos criminales" puedan "estar escapando hacia otros países", sostuvo el ministro, según consignó la agencia Efe.
"Nosotros necesitamos ejercer mayor control, no podemos recibir a estos criminales", remarcó.

Las acciones militares israelíes en la franja de Gaza, iniciadas el pasado 8 de julio, dejaron ya cerca de 1.900 palestinos muertos,  en su mayoría civiles (400 ellos niños).

El gobierno boliviano decidió la semana pasada denunciar un acuerdo que permitía el ingreso libre al país de israelíes por lo que dispuso empezar a exigirles el visado, tras considerar que Israel es un "Estado terrorista" por sus ataques en Gaza.

A partir de esta decisión, que estará vigente desde el próximo 30 de agosto, Israel pasará del grupo 1 al 3 en la clasificación de los trámites para obtener visado de ingreso a Bolivia, lo que implicará que las solicitudes serán revisadas por la Dirección Nacional de Migración.

Choquehuanca indicó que próximamente se aprobará un decreto a fin de establecer los requisitos para que los ciudadanos israelíes soliciten el visado, si bien aseguró que el procedimiento no será "burocrático".

La medida generó rechazo entre las empresas operadoras de turismo, sobre todo en el pueblo de Rurrenabaque, que es uno de los destinos preferidos de los turistas israelíes en Bolivia.

Representantes de ese municipio pidieron al gobierno que revise la medida porque, según aseguraron, cerca del 30% de los turistas que visitan Rurrenabaque proviene de Israel.

El viceministro de Turismo, Marko Machicao, aseguró que la llegada de israelíes a Bolivia representa el 0,67% del flujo global turístico del país, por lo que no se prevé un "gran impacto" con la exigencia de visado, según la agencia estatal ABI.