Otro periodista, el tercero en lo que va del año, fue asesinado en Paraguay junto a la mujer que lo acompañaba, por un grupo presuntamente vinculado a narcotraficantes que atacó el auto en el que se trasladaba el hombre de prensa, que ya había sido amenazado varias veces y cuyo hermano también cronista fue muerto en 2001. Pablo Medina era el corresponsal del diario ABC Color -el principal de Paraguay- en la localidad de Curuguaty, célebre porque allí ocurrió la masacre de campesinos y policías que en 2012 derivó en el golpe institucional contra el entonces presidente Fernando Lugo.

La ciudad está en la zona boscosa del país, cerca de la frontera con Brasil, y en sus alrededores hay plantaciones de marihuana, que generan frecuentes choques entre bandas enfrentadas. Dos personas vestidas con ropas de combate camufladas interceptaron el automóvil cuando Medina volvía de una cobertura en Crescencio González y abrieron fuego contra él, según una tercera mujer que también viajaba en el vehículo y que fue la que pidió ayuda.

El diario ABC Color dijo que Medina había recibido numerosas amenazas por su trabajo como reportero y que debido a ello a principios de este año lo trasladó a la zona de Concepción durante varias semanas, versión que confirmó también el ministro del Interior, Francisco de Vargas, quien habló de “constantes amenazas" por sus informes sobre la producción de marihuana en la zona. El hermano del corresponsal, el también periodista Salvador Medina, fue asesinado en 2001 por las denuncias que realizaba en la radio en la que trabajaba.

Un rato después de que se conociera la noticia, grupos de periodistas se concentraron frente a la comandancia de la Policía en Asunción, cuyo titular, Francisco Pastor Alvarenga, les prometió asignar la investigación "a los mejores hombres", y admitió que Medina no tenía custodia desde septiembre del año pasado. La policía encontró el cuerpo sin vida del reportero en el asiento del conductor, mientras Antonia Almada, de 19 años, estaba aún con vida, pero murió poco después, cuando entraba al hospital.

Se trata del tercer periodista asesinado en Paraguay en lo que va de año. El pasado 19 de junio Edgar Pantaleón Fernández Fleitas, de 43 años, fue hallado muerto en su casa en la ciudad de Concepción, a unos 300 kilómetros al norte de Asunción, con seis disparos en la cabeza y el cuello. Fernández tenía un programa llamado "Ciudad de la furia" en la radio Belén Comunicaciones, donde denunciaba las supuestas corruptelas del Poder Judicial en la ciudad y la región.

El pasado 16 de mayo, otro periodista paraguayo, Fausto Gabriel Alcaraz, conocido por sus denuncias contra el narcotráfico, murió por disparos efectuados por dos desconocidos en la ciudad de Pedro Juan Caballero, en la frontera con Brasil. “Tras denuncias, convivía con amenazas”, tenía como título esta tarde el sitio de ABC Color, con una foto del asesinado periodista.