“El movimiento es hacia Alemania, a través de Austria. La situación es muy dramática; miles de inmigrantes ingresan en Hungría pero no pueden salir de ese país”, enfatizó Joan Solés, enviado especial de la Cadena Ser de España en la frontera de Serbia con Hungría.

“Son familias enteras, la mayoría de siria pero también iraquíes o afganos, que consiguieron llegar hasta los campamentos de Turquía, donde existen 4 millones de refugiados en condiciones durísimas. Desde allí, los más fuertes y quienes disponen de un poco de dinero intentan huir para hallar algún futuro”.

“De Turquía emigran hacia Italia o hacia Grecia. Viajan como pueden, en botes ilegales, tren o simplemente a pie. Atraviesan entre 500 a 2.000 kilómetros.  

“La policía austríaca no permite el paso si no poseen documentos oficiales de asilo, pero esos sólo se conceden en el territorio alemán. Mientras tanto, el gobierno alemán asegura que el documento se consigue en Hungría”, sostuvo.

“Alemania tiene una política notable de asilo de refugiados. El problema es que de momento ya acogieron unas 400 mil peticiones y no pueden asimilar más inmigrantes”, remarcó.

Joan Solés explicó que quienes logran ingresar a Alemania y formalizar cuentan con muchos beneficios por parte del Estado, que incluye alimentación, un subsidio mensual de cerca de 500 dólares y también educación para sus hijos.