Los maquinistas de los trenes de pasajeros de los ferrocarriles alemanes se plegaron hoy al paro iniciado ayer por sus colegas de las formaciones de cargas en demanda de mejoras salariales, que culminará el próximo domingo, afectando a millones de usuarios. La compañía de ferrocarriles Deutsche Bahn, que rechaza el reclamo de los huelguistas, una medida de fuerza considerada como la más importante en décadas, anunció a través de su página web que ya tiene preparado un plan alternativo de transporte para los trayectos de larga distancia. 

El jueves pasado, el sindicato ferroviario GDL, que junto a los metalúrgicos es considerado uno de los más importantes del país, rechazó la última oferta patronal que consistía en un aumento en dos etapas de un 4,7 por ciento a partir del 1 de julio y un pago único de 1.000 euros hasta el 30 de junio. Como contrapartida, la parte gremial demandó incrementos salariales del cinco por ciento y una hora menos de trabajo por semana, en una escalada de un conflicto que comenzó hace 10 meses, ya provocó siete medidas de fuerza y tiene al convenio colectivo de trabajo en el centro de la disputa. 

Por el momento, la Deutsche Bahn anunció que mantendrá uno de cada tres trenes de largo recorrido a pesar de la huelga, mientras que en los servicios regionales esperan poder mantener entre un 15 y un 60 por ciento de su oferta regular. La mayoría de las cancelaciones se esperan en el este de Alemania. "La patronal negocia desde hace diez meses sin querer lograr resultado alguno", apuntó Clauss Weselsky, referente del sindicato GDL.