Los medios locales informan que ya son al menos 238 los muertos, mientras que no hay una cifra precisa de heridos, si bien oficialmente se precisó que "79 personas están en terapia intensiva". La discoteca tenía capacidad para 2 mil personas y su habilitación había vencido en agosto.

El mayor Gerson da Rosa Ferreira, que supervisaba las labores de rescate en el lugar de los hechos a cargo de la policía militar, dijo a los periodistas que ya habían identificado y retirado de la discoteca 159 cadáveres en la ciudad de Santa María, en el sur del país. Agregó que no descarta que los muertos sean más de 200.

El incendio habría sido provocado durante la madrugada del domingo por un accidente durante espectáculo con pirotecnia en la discoteca Kiss, ubicada en la ciudad brasileña de Santa María. El coordinador de la Defensa Civil, Adelar Vargas indicó que las llamas se habrían iniciado en el aislamiento acústico de espuma en el techo, según el diario Folha de Sao Paulo.

"Los bomberos están buscando más víctimas y no podemos concretar el número exacto de fallecidos. La mayoría de los fallecidos murió por asfixia. Cundió el pánico y se acabaron pisoteando entre sí", agregó el comandante general del Cuerpo de Bomberos, Guido de Melo.

El incendio, de acuerdo con las primeras investigaciones, podría haber comenzado en el techo de la discoteca a consecuencia de un petardo arrojado por la banda de música que tocaba en ese momento, y que prendió la espuma de aislamiento acústico que envolvía el escenario.

La evacuación inmediata del lugar fue dificultada por la existencia de una única salida de emergencia. Los bomberos se vieron obligados a abrir un agujero en una de las paredes para sacar a los asistentes con mayor rapidez.