A dos días de las cruciales elecciones en Grecia, el partido de izquierda Syriza, opositor a los ajustes impuestos por los acreedores externos, lleva una ventaja de entre 5 y 10% frente a los conservadores de Nueva Democracia (ND), según encuestas publicadas hoy, las últimas antes de los comicios. Los últimos sondeos, realizados por los institutos demoscópicos Marc, GPO, Palmos Analysis, y Public Issue, dan a la formación que lidera Alexis Tsipras una intención de voto de entre el 30% y el 35%.

El sondeo de Public Issue sitúa a los izquierdistas en el 35% de intención de voto, a una distancia de 5 puntos respecto a ND, del primer ministro saliente, Antonis Samaras, con un 30%. La encuesta de Palmos Analysis, por su parte, otorga a Syriza el 30,2% de los votos, a 10 puntos del partido de Samaras, que conseguiría el 20,3%. En el caso de Marc y GPO, sus sondeos dan unos resultados muy similares, con una intención de voto para el partido izquierdista del 32,2% y el 32,5%, frente a ND, que obtendría el 26% y el 26,5% de los votos respectivamente. El tercer lugar se lo disputarían el partido centrista To Potami (El Río), que recibe entre el 5,1% y el 7% de los votos, y el partido neonazi Amanecer Dorado, entre el 5% y el 6,8%, por encima del 3% necesario para acceder al Parlamento.

Los comunistas ortodoxos del KKE aparecen en todas las encuestas publicadas hoy en el quinto lugar, con una intención de voto que va del 4,3% en la encuesta de Palmos Analysis hasta el 6% de Public Issue. El partido socialdemócrata griego Pasok, que actualmente forma gobierno con la formación conservadora Nueva Democracia, aparece en todos los sondeos en el sexto lugar, consiguiendo entre el 3,4% y el 5,5% de los votos. El nuevo partido del ex primer ministro Giorgos Papandreu entraría en el Parlamento como séptima fuerza, según tres de los cuatro sondeos publicados, con una intención de voto que va del 3,1% al 3,5%, mientras que el de Palmos Analysis lo sitúa fuera del arco parlamentario con un 2,2%. 

Las potencias europeas temen que una victoria de Syriza se traduzca en un choque con la "troika" de acreedores externos de Grecia (la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI), lo que, advierten, podría causar una nueva crisis entre la Nación y sus acreedores. Sin embargo, Syriza busca alejar esos temores, y ayer celebró el anuncio de compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE) y afirmó que esa decisión contradice a los que "sembraron el miedo y el pánico".