Joaquín Sabina cantaba ayer ante 15 mil almas que se habían congregado para verlo en el Palacio de los Deportes en Madrid en lo que fue su vuelta a los escenarios después de cinco años sin actuar en esa ciudad. Sin embargo, el show se suspendió media hora antes del final por un ataque de pánico que sufrió el artista.

"Hoy, por exceso de ganas de estar bien delante de mi gente de Madrid, me acaba de pasar llegando a cosas feas un Pastora Soler", dijo Sabina al retirarse del show, en referencia al pánico escénico que sufrió la cantante Soler. Al citar el miedo escénico, algo cambió en su cara. Y minutos después pedía perdón al público por no poder hacer los bises que estaban preparados.

Allegados al músico refirieron al diario El Mundo que lo sucedido parecía más una sobredosis de emoción que otra cosa. Hasta ese momento había llorado al menos tres veces. Luego vino el bajón. Berri, representante del cantante, aseguró que el artista se encuentra descansando en su casa.