Cuando el director Steven Spielberg buscaba darle forma a un extraterrestre nunca antes visto en el cine, le llevó los diseños originales del ilustrador Ed Verreaux al italiano Carlo Rambaldi. La alocada dupla creativa tomó una pintura de Rambaldi como inspiración, y también recortó fotos de bebés para pegarles encima otros recortes de los ojos de Ernest Hemingway y Albert Einstein. El resultado fue el diseño de ET, una imagen icónica del cine. Rambaldi también fue el responsable de darle forma al Alien de Ridley Scott, y al King Kong de fines de los 70. Rambaldi, llamado "el genio de los efectos especiales", murió hoy en su casa de Calabria. Tenía 86 años.

Ganó tres Oscar, uno por cada creación para la posteridad del cine y de la cultura pop (Alien, ET y King Kong). Pero también les dio forma a las criaturas de Encuentros cercanos del tercer tipo, también de Spielberg, y Duna, de David Lynch, entre muchas otras contribuciones.

Nacido el 15 de septiembre de 1925 en Vigarano Mainarda, cerca de Ferrara, en el nordeste del país, se formó en la Academia de Bellas Artes de Bolonia, donde empezó a trabajar con el mundo del cine en la década de los 50, al realizar un dragón gigante de 16 metros para el filme Sigfrido, de Giacomo Gentilomo.


Colaboró con renombrados cineastas italianos, como Mario Monicelli, Marco Ferreri, Pier Paolo Pasolini y el prócer del terror Dario Argento.

Luego se dedicó a las grandes producciones de Hollywood, donde con más dinero desarrolló su genio al máximo. Hoy, en épocas de CGI, 3D y otros adelantos tecnológicos, sus habilidades al combinar electrónica con mecánica siguen conmoviendo.