Cada vez que hablamos de Lindsay Lohan tenemos que hablar también de su último lío, y pareciera que sus andanzas no tienen fin. Sin embargo, detrás de esa faceta alocada y fiestera que se empeña en dar a conocer ante las cámaras, hay una mujer que tuvo que pasar por momentos muy difíciles, que la llevaron a encarar una etapa mucho más reflexiva.

En una entrevista profunda con el diario británico The Telegraph, la actriz contó por primera vez cuán dura fue la etapa en la que estuvo presa. La corte de California la sentenció por conducir alcoholizada no solo a prisión sino que tuvo que cumplir muchas horas de trabajo comunitario. Por cuatro meses trabajó de 4 a.m a 4 p.m en la morgue municipal. Durante ese tiempo falleció Whitney Houston, cuyo cadáver tuvo que preparar. "Fue muy molesto e inapropiado, porque había mucha gente que tenía que encargarse de eso, pero decían: 'No, ellos no pueden hacerlo. Lohan puede'. Fue diferente para mí que para otras personas porque nadie tuvo que trabajar en la morgue de Los Angeles y preparar la bolsa para el cuerpo de Whitney Houston".

"Sé que suena oscuro y extraño pero en ese momento pensé que iba a ser mucho peor", continuó. Sin embargo, admitió que esta etapa de su vida fue realmente una bisagra. Fue entonces cuando pensó: "Ok, esperá. Algo tiene que cambiar y creo que soy yo".

"Sí, he cometido errores. Pero... ¿quién no comete errores en la vida? Me gusta aprender a los golpes. Pero ya aprendí suficiente de la manera difícil y no quiero seguir aprendiendo así. No me queda nada de esa vida", concluyó.