Desde hace casi tres meses, la joven permanecía en un coma inducido luego de que la encontraran inconsciente en la bañera de la casa que compartía con su pareja.

El 21 de marzo, los médicos de un hospital de Georgia decidieron sacarla del área de terapia intensiva en la que permanecía desde su ingreso y trasladarla a un centro de cuidados especiales.