El guitarrista y compositor Juan Falú cursó una carta abierta con el explícito título "Boris, creo que te has equivocado", dirigida al titular del Instituto Nacional de la Música por haber propuesto el natalicio de Luis Alberto Spinetta como Día Nacional del Músico. La extensa y fundamentada misiva del músico tucumano no hace foco en la estatura de quien fuera líder de Almendra y Pescado Rabioso ("un musicazo respetable y querido", lo definió en el texto), sino en lo que avista como "una suerte de refundación de la cultura nacional, acotándola a los últimos 40 años de vida nacional, esto es, al surgimiento del rock nacional".

"En un país que desde Gardel o Chazarreta hasta el glorioso Horacio Salgán, pasando por Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez, Eduardo Falú, Astor Piazzolla, Ramón Navarro, Ramón Ayala, María Elena Walsh o Gustavo Leguizamón, ha contado con músicos, creadores y hacedores de las más bellas e imperecederas canciones que calaron profundo en el alma colectiva nacional, resulta hasta increíble que se proponga compulsivamente a un representante del rock para tamaña representatividad simbólica", expresó Falú.

El creador que desde hace 20 años motoriza el Festival Guitarras del Mundo, consideró que el nombramiento de una fecha ligada a un artista de rock para conmemorar el Día Nacional del Músico "es relativizar de un modo casi irresponsable a la historia, la cultura y sus símbolos". La carta dirigida al funcionario y músico de rock sostuvo que "si se continúa 'rockizando' la cultura nacional es probable que queden con sobrevida las canciones emanadas del rock, que las hay para todos los gustos. Pero si las canciones tuviesen sobrevida por su propio peso y por la adopción histórica que de las mismas hicieron generaciones de argentinos, -arriesgó- en el 2.060 se cantarían 'Tonada del viejo amor', 'Alfonsina y el mar', 'Volver', 'Sur', 'La pomeña', se silbaría 'Adiós Nonino', a la par de un inmenso cancionero que también se está produciendo hoy, con orígenes diversos y destino de eternidad".

Lejos de querer imponer su mirada y clausurar el asunto, Falú consideró que "el tema es complejo y por tanto merece una discusión y un consenso, para que la medida tenga el efecto que de ella se espera: tener un día que nos represente y no un fecha que nos desencuentre por generarla a las atropelladas". En ese sentido, añadió que "el apresuramiento en llevar al Congreso de la Nación un proyecto sin la necesaria discusión y consenso, contiene rasgos autoritarios por el irreflexivo uso de los recursos democráticos para plasmar una ley que difícilmente pueda cuestionarse una vez sancionada ¿Quién osaría derogar una ley que unge a Spinetta con tal carga simbólica?".