"Yo a Martín lo veo como gobernador, quiero que llegue a ese lugar. Después, su carrera seguirá y yo estaré a su lado. Claro que me veo como primera dama en un futuro. Yo soy quien más confía en él para todo".

Entre tantos rumores y dichos en torno a la pareja, la vedette salió a defender a su futuro marido: "Lo que más me duele es que me peguen a mí por querer dañarlo a él. Creo que muchos colegas lo envidian por el lugar que ocupa, está en su mejor momento". 
Por otro lado, Jésica se refirió a las polémicas invitaciones a la fiesta del 8 de noviembre, que tanto revuelo causaron en los programas de chimentos. Resulta que la tarjeta tiene inscripto el mensaje: "Let's party mother fuckers (festejemos, hijos de p...)", y le restó importancia al fuerte contenido: "Es una forma de decir que nos vamos a divertir".

Por su parte, Insaurralde también opinó sobre su futuro casamiento e intentó argumentar la ontensible alza en su perfil mediático: "No se casa el político, me caso yo, Martín. Pero para mucha gente envidiosa es algo de lo que puedo sacar provecho. Yo no mezclo mi trabajo con mi vida personal. Me caso con una mujer que tiene 29 años, que es divertida y tiene ganas de celebrar el casamiento".