Iorio, con un criterio bien personal y buen gusto, compiló 13 composiciones en donde se combinan tangos y milongas orilleros, canyengues, con sabor a desencuentro, al olor de ese Buenos Aires que ya no está, pero que vive en el corazón de todos los porteños.

"El adiós de Gabino Ezeiza" de Blomberg y Maciel, "Martirio" de Discépolo, "El último viaje" de Gandola y Araya, "No te apures Carablanca" de Bahr y Garza, "En la vía" de Méndez y Vaccaro y "Gol argentino" de Marco, son algunas de las joyitas que integran el CD.

A esto y con su impronta, estilo y sentido popular, el "loco" incluyó su "Tangolpeando", que ya había grabado con Almafuerte en el álbum "A fondo blanco".

Para los que pensaron que el encuentro de voz y guitarra lo iba a tener como protagonista a su compañero de aventuras, el virtuoso "tano" Claudio Marciello, se equivocaron, porque eligió para secundarlo a los hermanos Juan Carlos y Jorge Cordone, discípulos en el instrumento del inolvidable Roberto Grela, y lo hacen con su personal estilo de tango y púa.

Para agregarle un condimento más a la producción propia, compartida con Alvaro Villagra desde los estudios Del Abasto al Pasto, participa el "maestro" Pablo Ziegler en el piano de "No la quiero más", de Mastra.

Un disco que pueden disfrutar los tangueros y no tanto, de la guardia vieja, de la nueva y de la que vendrá, y que demuestra que el heavy metal y el dos por cuatro pueden convivir.