"Ferrer nos deja una obra increíble a todos los argentinos. Hemos perdido a un artista increible" remarcó la Ministra de Cultura, Teresa Parodi en Bravo.Continental.

El velatorio comenzó a la 1.30 de hoy reuniendo a gran cantidad de seguidores de uno de los últimos referentes de las letras tangueras.

La nocturna afluencia de personas conmocionadas por la noticia de la partida de Ferrer, quizás explique esta mañana casi sin movimiento en la sede legislativa porteña.

Solamente los sobrinos del poeta y algunos pocos familiares se mantienen en el lugar, ya que hasta su compañera desde 1982, la artista plástica Lulú Michelle, decidió ponerle un paréntesis a una velada dolorosa, intensa, emocionante y agotadora.

Los restos del compañero de aventuras estéticas de Astor Piazzolla, una yunta que modificó el color del tango, descansan a cajón abierto y muestran la bufanda de Huracán, club del que era hincha.

En el lugar pueden apreciarse coronas de Sadaic, del Ministerio de Cultura de la Nación (firmada por su titular, Teresa Parodi), de la Academia Nacional del Tango (que Ferrer fundó y presidía), del Café Tortoni, de la Asociación Argentina de Intépretes, del ministro de Cultura de la ciudad, Hernán Lombardi, y de Laura Escalada, última esposa de Piazzolla.

El velatorio del letrista de “Balada para un loco”, “Chiquilín de Bachín” y “María de Buenos Aires”, se extenderá hasta las 15, cuando el cortejo se dirija al Cementerio de la Chacarita.

Allí y tras un responso religioso, su cuerpo será cremado y las cenizas se esparcirán en el Río de la Plata, ese territorio tan caro al artista que nació en Montevideo el 2 de junio de 1933 y se nacionalizó argentino.