El concierto se inscribió en la despedida de la propuesta acústica que comenzó el año pasado en el teatro Opera y que desembocó en la edición de un CD y un DVD y una gira nacional aún vigente y que incluye visitar Chile.

El trío compuesto por Mariano Martínez en guitarra y voz; Luciano Scaglione en bajo, contrabajo y coros; y Leo De Cecco en batería; contó con la participación del tecladista Lucas Ninci (Los Sacha), Andrea Álvarez en percusión, coros y voz y Alejandro Flores en guitarra; y recorrió su repertorio por poco más de 50 minutos de un show sin pausas.

En "Ciudad vacía", "Ojos de perro", "Vacaciones" y "Cuál es el precio", un terceto de cuerdas enriqueció las melodías y los quitó de la atmósfera punk y eléctrica de sus versiones originales.

"Western", "Sueños", "El cielo puede esperar" (pedido por el público), "Ciruja", "El abuelo", "Plaza de perros", "Luz" y "Chance", marcaron los diferentes climas del concierto con sonido impecable y las humoradas protagonizadas especialmente por Martínez.

Precisamente fue el vocalista y guitarrista quien ya en tono serio, interpretó "Volver a empezar" (dedicado a los inundados de La Plata), a la que le sucedieron "Estallar", "Angel" y, con la voz de Álvarez, "Alza tu voz", para la ovación de la audiencia.

Ya en la última parte del concierto, que sumó la trompeta de Gillespi, Attaque subrayó su costado social con la puesta en escena de "Canción inutil", "Beatle" y "Espadas y serpientes".

El final quedó para los temas solicitados por la gente -de variadas edades- que colmó la sala y celebró con “El camino", "Arrancacorazones", "Setentistas", "Perfección" y el clásico "Donde las águilas se atreven".

Con 26 años de trayectoria y habiendo asimilado la salida de su líder Ciro Pertussi en 2009, Attaque 77 ratificó que su música va mucho más allá del punk rock y que la impronta adolescente de sus letras ha logrado burlar el paso del tiempo.