Después de ratificar lo hecho en la ida, Barcelona accedió a la final de la Copa del Rey en las narices del Villarreal. El próximo 30 de mayo definirá una de las tres competiciones en las que se mantiene vivo, ya que también le apunta a la Liga y la Champions. Enfrente tendrá al Athletic Bilbao, segundo máximo ganador de este tipo de certámenes, que viene de dejar afuera en Semifinales al Espanyol.

La Federación española arrancó con los preparativos para esta cita que pondrá cara a cara a los dos máximos exponentes en Copa del Rey: el Barça acumula 26 trofeos y los vascos poseen 23. Pero lo cierto es que todavía no hay una sede fija, debido a que el estadio Santiago Bernabéu, principal candidato para albergar el trascendental encuentro, sería dado de baja por el mismísimo Real Madrid.

Las autoridades de la entidad "merengue" avisaron hace un tiempo que no estaban dispuestas a ceder su escenario para hipotéticas finales, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, por lo bajo circula una versión bastante previsible y lógica: los madrileños no quieren que exista la posibilidad de que los acérrimos rivales festejen en su casa. Así, buscarían otras alternativas.

Surge como potable sedes entonces el estadio Mestalla, del Valencia, donde el año pasado se llevó a cabo la final entre Barcelona y Real Madrid. El malestar de los dos clubes implicados en la definición de este año pasa por una cuestión de capacidad, ya que en caso de desarrollarse en el Bernabéu, ambas parcialidades contarían con 12 mil personas más cada uno.