En una verdadera batalla, Lucas Matthysse ganó una pelea que puede ser clave para su futuro, en el Turning Stone Casino, en Verona, Nueva York. Se impuso por puntos en fallo mayoritario al ruso Ruslan Provodnikov, quien terminó con el rostro prácticamente desfigurado.

En una pelea por la categoría welter junior, sin título en juego, los jueces dieron vencedor a Matthysse, con las siguientes tarjetas: 115-113, 115-113 y 114-114. El argentino empezó muy bien e incluso le produjo un corte en el rostro al ruso en el primer round, que resultó una complicación durante todo el combate para él.

Sin embargo, Lucas fue decayendo, perdió piernas y, desde el 7° round, la pelea cambió de dueño. El ruso, que resistió buena parte del tiempo, tomó mayor protagonismo y terminó dejando mejor imagen en lo que fue una dura batalla.

A Matthysse le alcanzó con lo hecho en el inicio. A los 32 años, el chubutense es una gran esperanza que no caduca a pesar del paso del tiempo. Su pegada y su firmeza fortalecen su coraza combativa, aunque sus "lagunas" sobre el ring aportan los acertijos que postergan su consagración. Sin embargo, la gran industria del boxeo y sobre todo Oscar de la Hoya, su guía empresarial, creen en él, más que nunca y en un boleto directo hacia el ganador de Mayweather vs. Pacquiao.